domingo, 30 de agosto de 2009

Guardar silencio


Hay veces en que es mejor no decir nada. Continuar en silencio. En este día nublado, que casi todo el tiempo ha habido silencio, me reencuentro con este texto de Sor Juana:

"...casi me he determinado a dejarlo al silencio; pero como éste es cosa negativa, aunque explica mucho con el énfasis de no explicar, es necesario ponerle algún breve rótulo para que se entienda lo que se pretende que el silencio diga; y si no, dirá nada el silencio, porque ese es su oficio, decir nada. Fue arrebatado el Sagrado Vaso de Elección al Tercer Cielo, y habiendo visto los arcanos secretos de Dios dice: Audivit arcana Dei, quae non licet homini loqui (escuché secretos de Dios que no está permitido decir a los hombres).
No dice lo que vio, pero dice que no lo puede decir; de manera que aquellas cosas que no se pueden decir es menester decir siquiera que no se pueden decir, sino no caber en las voces lo mucho que hay que decir."





Sor Juana Inés de la Cruz, Respuesta a Sor Filotea de la Cruz*, en Obras completas. Porrúa.


*Sor Filotea de la Cruz era el pseudónimo de un Obispo de Puebla en 1691, Manuel Fernández de Santa Cruz, quien reconvino a Sor Juana por haber criticado (magistralmente) un sermón de un sacerdote muy famoso de aquella época, diciéndole que se dedicara a las labores propias de su estado, ser monja, y más aún porque las mujeres no tenían derecho de entrometerse, ni mucho menos criticar, los asuntos de los hombres.
Pero no se limita a contestarle al obispo poblano (su confesor), en este documento, considerado como único en la literatura española, Sor Juana responde a todos sus atacantes; denuncia la cerrazón en la que se vivía en este tiempo y defiende tanto la libre determinación de los individuos como el respeto que se debe tener al entendimiento. Es un preludio al Siglo de las Luces, por su sentido y estilo analítico y reflexivo.
La Respuesta a Sor Filotea, además de una obra excelsa, es un manifiesto de amor a la verdad, la libertad y a la inteligencia.

domingo, 23 de agosto de 2009

Argumentos


I

Dice un poeta: "El guerrero de la luz escoge a sus enemigos".
Sabe de lo que es capaz; no necesita andar por el mundo contando sus habilidades y virtudes. Sin embargo, cada cuanto aparece alquien queriendo probar que es mejor que él.

Para el guerrero no existe "mejor" ni "peor"; cada uno tiene los dones necesarios para su camino individual. Pero ciertas personas insisten...

Un guerrero de la luz no pierde su tiempo escuchando provocaciones; tiene un destino que debe ser cumplido

II

Un guerrero de la luz siempre puede elegir su campo de batalla.

A veces se ve sorprendido por combates que no deseaba; pero no sirve de nada huir, porque esos combates lo seguirán.

Entonces en el momento en que el conflicto es casi inevitable, el guerrero habla con su adversario. Sin demostrar miedo no cobardía, procura saber por qué el otro quiere luchar; qué es lo que le hizo salir de su aldea y buscarlo para un duelo. Sin desenvainar la espada, el guerrero lo convence de que aquel combate no es el suyo.

Un guerrero de la luz escucha lo que su adversario tenga que decirle. Sólo lucha si es necesario.

III

La raíz latina de la palabra Responsabilidad desvela su significado: capacidad de responder, de reaccionar.
Un guerrero responsable ha sido capaz de observar y de entrenarse. Incluso ha sido capaz de ser irresponsable. A veces se dejo llevar por una situación, y ni respondió ni reaccionó.

Pero aprendió las lecciones; tomó una actitud, oyó un consejo, tuvo la humildad de aceptar ayuda.

Un guerrero responsable no es el que coloca sobre sus hombros el peso del mundo, sino aquel que aprendió a luchar contra los desafíos del momento.

IV

Un guerrero de la luz necesita amor.
El afecto y el cariño forman parte de su naturaleza, tanto como el comer, el beber o el gusto por el Buen Combate. Cuando el guerrero no se siente feliz ante una puesta de sol, es que algo anda mal.
En ese momento, interrumpe el combate y va en busca de compañía para contemplar el atardecer...



Paulo Coehlo, Manual del guerrero de la luz. Grijalbo. Pág. 34, 50, 86, 87.

jueves, 20 de agosto de 2009

Aún quiero tocar tu rostro



Aún quiero ver tu rostro.
Ver como se llenan tus ojos de lágrimas
al mismo tiempo que los míos.
Ver como la respuesta estuvo ahí todo el tiempo.

Aun quiero sentir tu aliento,
recorriendo mi piel por los caminos del deseo.
Sentir tus manos tomar las mías
en un abrazo crear el universo.

Deseo saber si aun me amas
saber si aun en la distancia
tu magia alcanza la mía y deja su marca
en el pasto verde del verano.

Deseo saber si todos estos sueños
verán algún día el momento de realizarse.
Ahí donde estés, sabe que estoy contigo.

Pienso en ti todos los días,
me he sorprendido encontrando
que eres a menudo mi primer pensamiento del día
y el último.

Cómo lamento no haberte más conocido
saber qué tan dulce te gusta el café
tu mes favorito, qué sientes cuando hueles
la tierra mojada por la lluvia…

Cómo se oye un suspiro tuyo,
cómo mientas madres,
la apariencia de tu pelo al despertarte
el orden del cajón de tus secretos.

Cómo lamento no haber preguntado más
no haber discernido más,
tenido más paciencia,
haberte contestado más.

Lamento no haberte dado más de mí.
Dios, quizá es lo que más me duele!
Tantos secretos, tantos sueños
que ahora solo conoce el viento.

Porque aquel a quien le entregué mi corazón
revela que de mis sueños no quiere formar parte
y yo descubro que inicié un incierto camino
que parece ahora, no lleva a ninguna parte.

Y todo he este tiempo te he echado de menos,
tus palabras resuenan en mis oídos,
tu indignación tan mojada de cariño
esa maravillosa forma de amar cual niño.

Sé que sigues tu viaje, Astro de Fuego,
que surcas los cielos y desafías tus miedos
que aprendes los secretos ocultos de la magia
que te deleitas en creaciones de sueños.

Sigue, sigue brillando, yo también sigo navegando,
pero, oh Dios!, no puedo evitar preguntarme
¿Qué hubiera pasado?
¿Qué hubiera pasado?

martes, 18 de agosto de 2009

La Verdadera Voluntad


Unos días más tarde, tuvieron otra vez una conversación muy importante.

Bastián le enseñó al león la inscripción del reverso del AURYN.
-¿Qué significa?- preguntó--. "HAZ LO QUE QUIERAS". Eso quiere decir que puedo hacer lo que me de la gana, ¿no crees?

El rostro del Graógraman pareció de pronto terriblemente serio y sus ojos comenzaron a arder.

-No- dijo con voz profunda y retumbante-. Quiere decir que debes hacer tu Verdadera Voluntad. Y no hay nada más difícil.

-¿Mi Verdadera Voluntad?- repitió Bastián impresionado-. ¿Qué es eso?
-Es tu secreto más profundo, que no conoces.
-¿Cómo puedo descubrirlo entonces?
-Siguiendo el camino de los deseos, de uno a otro, hasta llegar al último. Ese camino te conducirá a tu Verdadera Voluntad.
-No me parece muy difícil- opino Bastián.
-Es el más peligroso de todos los caminos- dijo el león.
-¿Por qué?- preguntó Bastián-. Yo no tengo miedo.
-No se trata de eso- retumbó Graógraman-. Ese camino exige la mayor autenticidad y atenciónm porque en ningún otro es tan fácil perderse para siempre.
-¿Quieres decir que no siempre son buenos los deseos que se tienen?- trató de averiguar Bastián.
El león azotó con la cola la arena en que estaba echado. Agachó las orejas, frunció el hocico y sus ojos despideron fuego. Bastián involuntariamente cuando Graógraman, con una voz que hizo vibrar nuevamente el suelo, dijo:
-¡Qué sabes tú, lo que son los deseos! ¡Qué sabes tú lo que es o no bueno!

Bastián pensó mucho al día siguiente en todo lo que la Muerte Multicolor le había dicho. Sin embargo, muchas cosas no se pueden averiguar pensando hay que vivirlas. Y por eso sólo mucho más tarde, cuando había vivido mucho, recordó las palabras de Graógraman y empezó a comprenderlas.

.....

Mis deseos me han traido aquí.
A conocer, a saber de tí.
Deseo seguir conociéndote,
quiero seguir por este camino.

domingo, 16 de agosto de 2009

1000 visitas

Mil miradas, mil pensamientos, mil opiniones.
Este cuaderno de recuerdos, miradas y pensamientos ha recibido mil visitantes*.
Hemos compartido nuestra magia y algunos profundos secretos.
Con humildad agradezco a cada alma que aquí estuvo.

Mil gracias apenas dirán la gratitud que os tengo.

Vamos por miles más.

La importancia de llamar a las cosas por su nombre


Recuerdo muy bien, hace ya muchos años, cuando mi abuelo me enseñó a decir por primera vez una palabra mágica. "Todas la cosas en el mundo visible y en el invisible (que a fin de cuentas forman parte del mismo mundo, sólo hay que saber observarlas) tienen su nombre, como la mesa, el árbol, la nube, el tigre, la montaña, pero también tienen su verdadero nombre" me dijo un día mi abuelo mientras caminabamos por el campo. "Quién conoce el verdadero nombre de las cosas tiene poder sobre ellas, las puede invocar, y, si sabe cómo, puede realizar obras portentosas con este conocimiento".

Fue así que aprendí a llamar al viento, por su nombre claro. Y fue así, que practicando a dominar mi elemento que me llegó la súbita comprensión de que para eso fueron creados hechizos, conjuros y encantamientos, y que fueran consignados en muchos y doctos libros de magia y erudita sabiduría: son formas abreviadas y contundentes para convocar al verdadero ser de las distintas fuerzas del mundo visible e invisible, pudiendo entonces manifestarse plenamente en este mundo.

Sin embargo, conocer el nombre de las cosas y pronunciarlo según antiguas y complicadas fórmulas no es lo único que se necesita para lograr realizar un hechizo: hay que tener la voluntad para hacerlo. Es todo un entrenamiento que no viene a colación en esta ocasión.

La voluntad inicia con el deseo (recordemos el post anterior). Así realizar un hechizo requiere de un deseo, es su energía primaria, pero no la única, requiere de FE. No la fe en algún ser sobrenatural o deidad, puediera servir, pero no es indispensable, hace falta fe como un rasgo de carácter, como una forma de diriguirse al mundo. Quien realiza un hechizo tiene la intención de que suceda, si no, no sucederá.

Así pues nombrar lo que uno siente tiene la virtud de hacerlo en parte aparecer, le da existencia en mundo y lo saca de las baldías regiones de la mente a donde envíamos a un sentimiento incómodo: y éste puede ser muchas cosas, incluso el amor.

Cuando no llamamos a las cosas por su nombre, no podemos contactar con su esencia plenamente y no pueden tampoco tocar nuestro corazón. Puede existir plenamente el deseo de contactar, de abrazar o de besar, pero hay que decirlo, hay que tener valor y decir el nombre de las cosas, o por lo menos intentarlo.

Hay momentos en la vida, lo atestiguo, que uno se encuentra con quien puede decir muchos nombres de las cosas sin saber nada de ellas. No las convoca por supuesto. En cambio, también hay quienes casi sin conocernos son capaces de percibir, de intuir, muchos de nuestros verdaderos nombres. Quien haya leído La Historia Interminable recordará que Bastián había de darle nombre a las cosas para que existieran y lo que debía darle a la Emperatriz Infantil para que recuperara la salud y salvara a Fantasia.

Muchas veces nos detenemos para pronunciar un nombre, sabemos que tiene grandes efectos, pero ¿lo sabemos o lo suponemos? Es muy difícil llegar a realizar un hechizo sin pronunciarlo en voz alta, mucho menos efectivo, todos lo sabemos, si no utilizamos las palabras adecuadas. ¡Cuánto más habrá que intentar ser claro cuando se trata de ponerle nombre a lo que sentimos y decirlo en voz alta!

¿Ya le has puesto nombre a lo que sientes y lo has pronunciado en voz alta?

viernes, 14 de agosto de 2009

El Templo de las Mil Puertas



Bastián bajo de las espaldas de Graógraman y se sentó en la colina de color verde oliva. el león se echó junto a él; ahora era también verde oliva. Bastián apoyó la barbilla en la mano y miró pensativamente el horizonte.

-¿Puedo preguntarte una cosa, Graógraman?-dijo tras un largo silencio.
-Tu servidor escucha- fue la respuesta del león.
-¿Es verdad que estás aquí desde siempre?
-Desde siempre- aseguró Graógraman.
-Y el desierto de Goab, ¿ha existido también siempre?
-Si, también el desierto. ¿Por qué lo preguntas?
Bastián pensó un rato.
-No comprendo- reconoció por fin-. Yo hubiera apostado a que sólo estaba aquí desde ayer.
-¿Qué quieres decir señor?
Y entonces Bastián le contó todo lo que había pasado desde su encuentro con la Emperatriz.
-Todo es muy extraño- dijo para terminar-: se me ocurre cualquier deseo y enseguida sucede algo que concuerda con ese deseo y lo cumple. No es que me lo imagine, ¿sabes? Jamás hubiera podido inventarme todas las plantas nocturnas distintas de Perelín. Ni los colores de Goab...¡Ni a ti! Todo es mucho más grandioso y real de lo que podría imaginar. Y, sin embargo, todo está ahí cuando lo deseo.
-Es porque llevas a AURYN, el Esplendor- dijo el león.
-Lo que no entiendo es otra cosa, trató de explicar Bastián-. ¿Todo está ahí cuando yo lo deseo? ¿O estaba ya antes y únicamente lo adivino de algún modo?
-Las dos cosas- dijo Graógraman.
-Pero, ¿Cómo puede ser?- exclamó Bastián casi con impaciencia-. Tú llevas quién sabe cuánto tiempo aquí, el Desierto de Colores de Goab. La habitación de tu palacio me esperaba desde siempre. Sikanda, la espada, me estaba destinada desde tiempo inmemorial... ¡Tú mismo lo has dicho!
-Así es, señor.
-Pero yo... ¡yo estoy sólo desde ayer por la noche en Fantasia! ¡Por lo tanto, no es verdad que todo exista sólo desde que estoy aquí!
-Señor-respondió el león serenamente- ¿No sabes que FANTASIA es el reino de las historias? Una historia puede ser nueva y, sin embargo, hablar de tiempos remotos. El pasado surge con ella.
-Entonces también Perelín debe de haber existido desde siempre- dijo Bastián desconcertado.
-Desde el momento en que le diste nombre, señor- contestó Graógraman-existió desde siempre.
-¿Quieres decir que yo lo creé?
El león guardó silencio un rato, antes de responder:
-Eso sólo puede decírtelo la Emperatriz Infantil. De ella lo has recibido todo.
Se levantó.
-Ya es hora, señor, de que volvamos a mi palacio. El sol declina y el camino es largo.

[...]

Un día, después de estar alborotando, Bastián se sentó, un poco sin aliento, y preguntó:
-¿No podría quedarme siempre contigo?
El león sacudió la melena
-No, señor.
-¿Por qué no?
-Aquí sólo hay vida y muerte, sólo Perelin y Goab, pero no hay historias. Y tú tienes que vivir tu propia historia. No debes quedarte aquí.
-Pero, ¡si no puedo marcharme!- dijo Bastían. El desierto es demasiado grande para que nadie pueda salir de él. Y tú no puedes llevarme, porque llevas el desierto contigo.

-Los caminos de Fantasia-dijo Graógraman- sólo puedes encontrarlos con tus deseos. Y sólo puedes ir de un deseo a otro. Lo que no deseas te resulta inalcanzable. Eso es lo que significan aquí las palabras "cerca" y "lejos". Y tampoco basta con querer marcharse de un lugar. Tienes que querer ir a otro. Tienes que dejarte llevar por tus deseos.

-Pero si yo no deseo marcharme...-respondió Bastián.
-Tendrás que encontrar tu próximo deseo- contestó Graógraman casi serio.
-Y si lo encuentro- preguntó Bastián-, ¿Cómo podré marcharme de aquí?

-Escucha, señor- dijo en voz baja Grógraman-: hay en Fantasia un lugar que conduce a todas partes y al que puede llegarse desde todas. Este lugar se llama El Templo de las Mil Puertas . Nadie lo ha visto nunca por fuera, porque no tiene exterior. Su interior, sin embargo, está formado por una laberinto de puertas. El que quiera conocerla tiene que atreverse a entrar.

-¿Cómo es posible si uno no puede acercarse por fuera?
-Cada puerta - prosiguió el león-, cada puerta de Fantasia entera, hasta una puerta completamente corriente de un establo o de cocina, incluso la puerta de un armario, puede ser en determinado momento, la puerta de entrada al Templo de las Mil Puertas. Si el momento pasa, la puerta vuelve a ser lo que era. Por eso nadie puede entrar por la misma puerta por segunda vez. Y ninguna de las mil puertas conduce otra vez al lugar de donde se vino. No hay vuelta atrás.
-Pero, cuando se está dentro, ¿se puede salir otra vez a alguna parte?
-Si- respondió el león-, pero no es tan fácil como las casas corrientes. Porque a través del laberinto de las mil puertas sólo puede guiarte un deseo auténtico. Quien no lo tiene ha de vagar por el laberinto hasta que sabe lo que desea. Y a veces hace falta mucho tiempo para eso.
-¿Y cómo se puede encontrar la puerta de entrada?
-Hay que desearlo.
Bastián medito largo tiempo y luego dijo:
-Es extraño que no se pueda desear simplemente lo que se quiere. ¿De dónde vienen los deseos? ¿Y qué es eso, un deseo?
Graógraman miró al muchacho con los ojos muy abiertos, pero no respondió.


Michael Ende, La Historia Interminable, Alfaguara. Pág. 223.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Volar junto a un soñador


En un súbito impacto de inspiración y en medio de una agria discusión me doy cuenta de algo: yo me muevo en la fantasía tan fluidamente como me muevo en el aire que respiro.

Alimenté mi imaginación con una gran cantidad de imágenes maravillosas desde muy pequeño. Los cuentos y las historias clásicas me son conocidas desde bebé seguramente. Mi abuelo, descendiente de la Línea de Alejandro, fue en gran medida el dador de tal alimento, mago consumado, buscó en mi en sucesor digno de conservar las Antiguas Tradiciones de la Magia. Recuerdo que los libros de primaria incluían uno exclusivamente formado de cuentos y pasajes de grandes obras de la literatura universal. Los devoré antes de que siquiera terminara cada año escolar y los conservo todos. Conteniendo literatura de todas partes del mundo, amé profundamente muchos de esos textos. Mis juegos se poblaron de héroes, princesas, seres mágicos y personajes de mitologías y novelas gloriosas, siendo las historias épicas y románticas las que más atraparon mi atención.

Recuerdo haber empezado a frecuentar la biblioteca en esa época, no tenía ni once años cumplidos cuando me leí La vuelta al mundo en 80 días y sufría y me emocionaba con las aventuras de Philleas Fogg, siendo mi primera novela de Julio Verne a quien le profeso un cariño especial por ese mismo hecho. Poco después llegaron varias lecturas más que definitivamente me han marcado. Ahi veo a mi amado Michael Ende, cuyas obras han sido de las más poderosas que he leído, vienen también Tolkien, Knaak y Freud, a quien leí por primera vez a los 15 años, su Interpretación de los sueños sigue siendo la raíz de mi vocación profesional, siguieron Antaki, Ortega y Gasset, Neftalí Beltrán, García Márquez, Fromm, y algunos más.

La llegada de las animaciones japonesas no hizo sino aumentar el vasto imperio de mi imaginación. Este blog da cuenta de ello. Terminan el cuadro mi pasión por el arte, la historia, la geografía y los videojuegos. Cualquiera que haya jugado por lo menos un Final Fantasy sabra del inmenso universo que la saga de videojuegos más vendida de todos los tiempos contiene. A despecho de los literatos actuales este tipo de videojuegos son las grandes novelas de nuestros tiempos, comparables a cualquier obra monumental de la litetratura universal (desde el punto de vista técnica los videojuegos de tipo RPG tiene la misma estructura técnica y amplitud narrativa que cualquier épica clásica).

Valga, para no ir más lejos, el poder de mi imaginación creció enormemente y mi capacidad de soñar también, lo que fue un don mezclado: por un lado me trajo inmensas satisfacciones y por otro, me complicó mucho la socialización. Las disparidades con mis coetáneos se profundizaron, descubrí que soñar, soñar con pasión, es un camino solitario.

Aquí regreso a lo dicho en el primer párrafo: yo me muevo en la fantasía tan naturalmente como me muevo en el aire que respiro, la fantasía desde siempre forma parte de mí indisolublemente, porque nunca la he negado y siempre la he alentado tanto en mi como en los demás. Por ello cuando me fue dicho -y reconocí- que es posible que quien se acerque y quiera volar junto a mí pudiera serle muy difícil, me quedé anonadado. Inocente.

¿Acaso la gacela no corre tan veloz dado que es su naturaleza?
¿Acaso el águila poderosa no ve más lejos que nadie gracias a su natural vista portentosa?
¿Acaso la serpiente de cascabel se apena de lo letal de su veneno?

Yo no había nunca notado que volar junto a un soñador fuera difícil. Pensaba que el don de soñar era algo natural en todos los seres humanos, no importando su condición social ni cultural, las tres gracias cognoscitivas la Creatividad, la Imaginación y la Fantasía eran algo plenamente democrático como la búsqueda de la felicidad, pensaba yo, educado en una ética humanista. Con sus necesarias y respectivas correcciones, sigo pensando lo mismo, tal como Albus Dumbledore.

Sin embargo, las experiencias de cada persona acrecientan o disminuyen el interés, la capacidad o el gusto por el soñar,  deploro enérgicamente cuando es por violencia, maltrato o humillación. Afortunadamente tanto la habilidad como la necesidad de soñar ahí permanecen, escondidas, olvidadas o negadas, pero permanecen. Incluso pueden convertirse en fuente de enfermedad, volverse un lenguaje tan subjetivo e individual que se convierta en una cárcel y una tierra baldía de la que no hay regreso: es la verdadera locura.

La cuestión estriba en que soñar es un arte, una disciplina, un oficio, es decir, requiere de práctica, la que es gozosa y dignificante, pero al final es una Elección, una Opción, una Decisión: no se puede obligar a nadie a soñar. Se le podrá invitar, tratar de persuadir o seducir, pero jamás imponer. Soñar No es evasión del mundo, es creción de mundos. Ese es el punto de soñar: soñar es crear, y crear es amar. Es el principio opuesto a destruir. Erich Fromm ya lo había mostrado. Y es a través de estas creaciones que la vida cobra un sentido nuevo y maravilloso, pone en contacto a los seres humanos con sus sentimientos, con sus virtudes y de un modo casi mágico, se van creando realidades: arte, ciencia, risas, fraternidad, proyectos, derechos, soluciones, alternativas, solidaridades, reconciliaciones, en una palabra, amor. ¿Vale o no la pena soñar y crear fantasías de las que se desprendan genuinos deseos?

De ahí que noté que si bien siempre he deseado acompañantes en este camino del soñar, no siempre la convivencia se ha dado sin fricciones. Unos se acercaron envidiando mis sueños, pero no producían los suyos. Otros con cariño también desearon mis sueños, pero tampoco crearon los suyos. Sus caminos ya están lejanos. Otros realmente quieren estar cerca, pero sus propios sueños, que aman con fuerza y pasión, los llevan por distintos caminos. Yo acepto , con algo de tristeza y alegría, todo ello. Pero aun sueño que alguien sueñe que yo sueño con esa persona, para que compartiendo un sueño, miremos en la misma dirección.

Tengo la impresión de que el tiempo de que el sueño se cumpla está cerca. Tal percepción me es clara, me emociona como pocas cosas lo han hecho en mi vida, pues llevo un tiempo esperando por su realización. ¿Que mi corazón rebosa de sentimientos jamás antes sentidos renovando y moviendo mis antiguos referentes? y por ello ¿Alguien comprenderá que ante tal situación la suave firmeza de un abrazo y la apertura de sus propios sueños me sería prueba de su comprensión? ¿Que mi voz resuena con otros cantos como nunca antes? Siento calma, pero también siento ansiedad, es natural.

Sigo volando, entre el Imperio Fantásico y la realidad
¿Tú en mi lugar que harías?

sábado, 8 de agosto de 2009

Una lágrima en la ventana


Escucho tus canciones y tantas cosas vienen a mi mente.
Tantas imágenes, tantos sueños, tantas palabras.
Más alla de la distancia se que ahi estás,
me lo dijiste la última vez, sin embargo
I wanna be with you now.

Mucho de lo que creía en el mundo se ha puesto a prueba.
Ha requerido de todas mis fuerzas y mi entereza, de mi fe y mi esperanza;
y si bien he aprendido más a estar conmigo, a quererme por mi mismo,
hay una ausencia que no puedo ignorar que existe.

Aitai noni mienai nami ni osarete
Mata sukoshi tooku naru


Yo no sabía que esto pasaría
yo no lo tenía contemplado,
hace mucho no leía el Tarot precisamente por no predisponerme a nada
y ahora, todo se precipita a una velocidad extraña, que no se si es rápida o lenta.

Sólo lo se que a mi corazón algo le hace falta
que seguramente es algo que tú tienes y que no puedo pedirte,
que se me quiza ya me has dado y no puedo tomarlo.
Y las lágrimas ruedan por la ventana.

Hito koto de konna ni mo kizutsuku kimi wa
Kodoku wo oshiete kureru


Las vueltas que da la vida, las cosas que nos da y que nos quita,
mi fe y mi esperanzas siguen siendo mi apoyo y mi aliento
frente a un horizonte que cada vez luce más incierto.
Tus canciones me recuerdan tanto a tí, tanto a mí.
No te copio ni te imito, te admiro, y esas canciones que con tantas emociones y sentimientos
me compartiste también ya son parte de mí. Me alegro que sucediera, por lo menos eso me queda.

I wanna be with you now
Sono uchi ni distance mou

viernes, 7 de agosto de 2009

Phone Call

De repente me he puesto a reflexionar en los distintos caminos que han tomado mis amigos. Sobre todo aquellos a quienes ya no he visto en mucho tiempo. Es chistoso, pero no deploro los caminos que han tomado mis amigos, ni el hecho de que a algunos tiene varios años que no los veo. Nuestros caminos estuvieron juntos el tiempo que tenían que estar. Sigo profesando cariños únicos para cada uno de ellos y guardo maravillosos recuerdos, pues me dejaron muchas marcas, (queriendo o no, y da igual). Nadie se fue sin dejar algo, aunque debo corregirme, unos se fueron otros se quedaron en mi corazón.

Todo comenzo ayer a partir de una llamada triste. Serge, a quien no veo casi desde un poco después de salir de la universidad, me llamó y se oía triste, si bien trataba de disimularlo hablando de cuánto tiempo hacía que no nos veíamos y de que tal si la selección nacional pierde su próximo partido. Así que yo le dije que no sabía si perdería o no, pero que seguramente para eso no me había llamado después de casi 2 años de no hacerlo, que lo oía afligido y que podía contarme con confianza si algo pasaba. Trastabilló un poco y apenado empezó a narrarme de forma desordenada (tal como le venían brotando de muy adentro) muchos episodios cercanos y lejanos de su relación con su esposa, de devenir laboral y de muchas cosas más que se que de algún modo tienen algo que ver con cómo se sentía si bien aparentemente daban la impresión de que le estaba dando vueltas a algo que no se animaba a decir. Espere y al final dijo, más bien para si y como si estuviera revelando un secreto, que le parecía que su esposa le había insinuado el divorcio en su última discusión. Hizo una pausa y continuo hablando de otras cosas. Después alguien llegó a donde él estaba y ya no pudo continuar la conversación por lo que quedemos de vernos para platicar más a fondo. Pero no dejo de agradecer por escucharlo y que a pesar de este tiempo seguíamos siendo amigos, frase que repetí tal cual, pues asi lo siento.

La voz de Serge me parecía definitivamente la misma del compañero de facultad que compartió conmigo muchas de sus aventuras y sentimientos la mayor parte de la carrera. No me parece que en su esencia haya cambiado mucho. Ignoro gran parte de los hechos de su vida en los últimos años, pero se que seguimos siendo amigos. Recuerdo que con Serge no hice algunas cosas que se hace regularmente con los amigos más cercanos, como ir a fiestas, al cine, o a su casa y conocer a su familia. Sin embargo, no me queda duda de que éramos amigos, valga, que no hicieron falta esas cosas, pues cuando se trataba de algún asunto importante sabíamos que podíamos recurrir el uno en el otro. No se, para mucha gente es imporante compartir tales cosas (para mi lo es) pero descubro con agrado y no sin algo de alivio, que los ideales que tengo de muchas cosas la mayoría de las veces no se han cumplido y con ello he aprendido y recibido enormes regalos de vida de manos de mis amigos y gente amada. Pues me enseñaron el don de percibir y apreciar lo real, algo a veces difícil para mí, dada mi naturaleza soñadora, visionaria e idealista

Como un hermoso poema decía: Pedí muchas cosas para disfrutar la vida y me fue dada vida para disfrutar de todas las cosas...

La vida sigue fluyendo, trayendo tantas cosas para apreciar, para agradecer, para aprender, para hacer más pleno de significado este camino hacia el occidente. No tengo muchos amigos ahora ciertamente, pero los que me honren al considerarme su amigo saben que cuentan conmigo más allá de las distancias y los tiempos, más ahora que como antaño vuelvo a ser Vox Silenti.

jueves, 6 de agosto de 2009

Just around the riverbend

De la Sirenita a Mulan hay varios años de distancia, varios siglos en su origen y muy cercanas en mi corazón. Si puede ser cursi, pero la verdad es que varias películas de Disney dejaron su marca en mi más por la música que por la cinta en sí. Ayer que revisaba mis viejas libretas de dibujos, canciones y poesías (algunas con fecha de 1995!) encontré la letra de una canción de Pocahontas, adapatación una historia interesante, aunque con su buena dosis de "libertad creativa" al estilo Disney.

Just around the riverbend
, que en español se llamó Qué será, quiero saber, nos habla de el conflicto entre ser constante, seguir los caminos conocidos u optar por otros y descubrir nuevos senderos donde quizá este la promesa de realizarse otros sueños, nuevos y al mismo tiempo muy añejos.

Mientras está canción dirá lo que mi corazón siente desde hace un tiempo...


What I love most about rivers is:
You can't step in the same river twice
The water's always changing, always flowing
But people, I guess, can't live like that
We all must pay a price
To be safe, we lose our chance of ever knowing
What's around the riverbend
Waiting just around the riverbend

I look once more
Just around the riverbend
Beyond the shore
Where the gulls fly free
Don't know what for
What I dream the day might send
Jut around the riverbend
For me
Coming for me

I feel it there beyond those trees
Or right behind these waterfalls
Can I ignore that sound of distant drumming
For a handsome sturdy husband
Who builds handsome sturdy walls
And never dreams that something might be coming?
Just around the riverbend
Just around the riverbend

I look once more
Just around the riverbend
Beyond the shore
Somewhere past the sea
Don't know what for ...
Why do all my dreams extend
Just around the riverbend?
Just around the riverbend ...

Should I choose the smoothest course
Steady as the beating drum?
Should I marry Kocoum?
Is all my dreaming at an end?
Or do you still wait for me, Dream Giver
Just around the riverbend?







miércoles, 5 de agosto de 2009

Over the Bridge




Los puentes son una cosa interesante.
Los puentes unen, es su principal función:
acercan, entrelazan, conectan, contactan.
Son un vínculo que permite el tránsito entre los extremos que unen.

Se conservan en algunos lugares del mundo puentes muy viejos, cientos de años,
y aun resisten el paso del tiempo, no solo de los viajeros. Sus uniones y cimientos son muy sólidos.

Los puentes, como las personas, tienen diferentes carácteres, los hay robustos y poderosos, lo hay livianos y discretos, los hay sencillos, los hay ostentosos y sin embargo todos sirven para lo mismo unir, a través de un espacio que se consideraba insalvable.

Los puentes, además de ser cosa física, tienen un aspecto metafísico. He ahí que el Jinete sin cabeza no podía cruzar sobre el puente del rio, dicen que pasa lo mismo con la Llorona y algunas otras apariciones. El agua es cosa sagrada. También de habla de puentes entre las dimensiones del universo, de los planos del Tiempo, y de las realidades subjetivas de los hombres.

Así pues, el concepto de puente adquiere quizá su sentido más profundo en el nivel de lo poético y se convierte en metáfora del deseo de un contacto con otro ser humano. Ahi hablamos por ejemplo de un "puente aéreo" en casos de emergencia.

Sin embargo hoy quiero hablar de un tipo especial de puente, los Puentes Mágicos, aquellos que solo existen cuando los deseos de dos personas se encuentran cósmicamente equidistantes. La equidistancia cósmica, como bien saben los conocedores, solo ocurre una vez cada siglo, a veces menos, y constituye una irrepetible sincronía en el ritmo vital de los deseos surgiendo burbujeantes de su Fuente Original. No implica, de ningún modo, que se trate de personas iguales, que se imiten una a otra, todo lo contrario, se trata de personas que ante las pruebas, tratan de mantenerse enteras, de ser quienes son y disfrutar tanto de sus aciertos como de sus errores.

Y he ahi para mi sorpresa, pues cuando menos lo esperaba, encontreme frente a la inconfundible sensación levitosa de estar a la vera de un Puente Mágico, formado por sueños y deseos en indudable equidistancia cósmica. Es una sensación esquiva, pero ineludible, es una presentimiento, es una certeza, es una intuición, algo que apela a nuestra propia esencia. Encontrar el llamado de un Puente Mágico no es cosa gratuita ni aparece solo porque si, tiene que ver con los deseos mismos que forman ese puente, es deseo del Puente mismo ser encontrado.

Me asombra aun más saber que alguien está construyendo un Puente Mágico con la intención de cruzarlo cuando parecía que los caminos se habían separado. Pero el Puente está ahí, si bien por momentos parece irreal, hecho de solo de lozas de aire, ahí está. Tan fuerte y tan claro como mi voluntad. ¿cómo lo se? Creéme, lo se, tan claro como tú lo sabes.

La persona al otro lado del puente ha enviado parte de sus sueños y deseos, teniendo un efecto vivificador, sutil y poderoso (aunque no se reconozca a si mismo poderoso) del que ha aprendido mucho de sí mismo, al igual que yo de mi. Su deseo de llegar a mis ojos sus palabras ha construido ya una gran parte del puente, la otra la he de terminar de construir yo.

Estamos ambos en los extremos del puente. Puedo verte desde aquí, puedo ver que sonríes y que estás nervioso. Yo estoy igual. Escucho venir del otro lado una canción hermosa rítmica, tenaz, directa, la escucho en tu propia voz. Para cruzar el puente, para abrir la puerta ambos tenemos las llaves y las piezas, para saber que ha de acontecer es necesario echar a andar por este nuevo camino ¿Es emocionante verdad?

Por ello aquí doy un paso sobre un puente, mi Puerta de Oro, nexo entre la realidad y mis sueños, pues yo como tú, intento día con día fusionar mis sueños con mis hechos.

No puedo volver, porque nunca me he ido. Aquí estaba, solo caminabamos en paralelo.


domingo, 2 de agosto de 2009

Una canción, un puente, un paso más en el camino



Yubiwa (The ring)
Canta: Ma'aya Sakamoto (y yo con todas mis fuerzas)
Música: Yoko Kanno
Albúm: Escaflowne the Movie Soundtrack



Namida ga atokara afurodashito
saigo no ogao ga nijindo mionaino
ikanaide ikanaide koko ni ito
sora e hikarikakenukete iku
konna ni chasana watashi dakedo
anato o dare yori seipai aishita
Arigato ikutsumono taisetsuna kimochi
Watashi yureta yo ne

Sono toki zutto atashi wa kiekaketa
hikoukigumo o mite ito
Wasure naide hitori janai
Hanaretemo teo tetsunaide iru
Hajimete no koi hajimete shitta
Konna kanashimi ga aru koto

Nanika ga shoumetsu shitemo
nanika ga futatabiwadotte
wakare ni kureta hohoemi o itsuyoku ikou to ui
Anata kara no message

Itsu kimiga kaeri futari naraba
Touku temo hitomi mitsume au

Kibou to iu na no subete o kakete
Yakusoku o shiou yo
Ano hi no hageshisa o
Daite ashita saku mirai o ikiru

Mis lágrimas calleron después de todo
No pude ver tu última sonrisa
No te vayas, no te vayas, quédate aquí
tiilando arriba en el firmamento

Incluso si fue por tan corto tiempo
te amé más que a ninguno,
Gracias por todos esos incontables e importantes sentimientos
que Tú me diste

Vuelvo entonces y sigo observando las nubes disolverse
NO OLVIDES QUE NO ESTÁS SOLO
Aunque lejos nuestras manos siguen unidas
Mi primer amor, mi primera vez tengo que saber...

Ahi hay tal tristeza
si algo se va, algo vendrá de nuevo.
La sonrisa de despedida que me diste,
para que siguiera viviendo con fuerza.
Ese mensaje tuyo...

Cuando vuelvas seremos dos.
Aunque lejos nuestros ojos se miran mutuamente.
Apostando todo en una esperanza
hagamos una promesa:
la pasión de hoy abracémosla para vivir el mañana

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