Colección de miradas, recuerdos, pasiones y pensamientos durante el viaje hacia el más Lejano Occidente
viernes, 9 de julio de 2010
El centro de mi vida.
En homenaje a Neftalí Beltrán, el primer poeta de mi vida, aquí mi versión de un gran poema suyo. Su versión es terriblemente derrotista y melancólica. Yo ofrezco una versión corregida que a muchos, lo sé, no les agradará. Y también se por qué no les agradará. Pero al que le agrada es a mí. Este es el mi "primer acto" desde el centro de mi vida.
Yo hubiera querido llevarte en triunfo por la vida
y la vida no quiso, ni tu tampoco.
Hiciste bien, amor mío,
en no querer mi compañía,
aunque no quieras perderla tampoco.
Estás apenas iniciando la marcha
y el mío es un gran camino.
Yo hubiera querido ser como el viento que te protegiese,
tu hermano mayor,
tu amigo más dedicado,
tu guía en la exploración de la pasión y el deseo más anhelado,
pero viste con el corazón después de algún tiempo
y te abandonaste a ti solo.
Hiciste bien, amor mío,
tú y yo sabemos que has hecho bien,
en huir de mi como la peste.
Yo soy de esas personas
que queriendo hacer el bien, llegan más allá.
Yo soy de la gente que construye,
que ve nuevos horizontes y avanza hacia ellos.
Hiciste bien en desecharme
¿Para que mi cariño te servía?
Tus iniciales pasos son tan firmes, tan seguros
o al menos asi parecen.
Los mios tan errados, porque no creo en las certezas del mundo ilusorio,
que he llegado a notar que amas mi libertad y en realidad padeces la tuya.
Me alegra que tu felicidad no me cause pena,
y aunque me quedado sin norte, no me he quedado vacío, al contrario, estoy satisfecho del resultado.
La juventud tiene razones para ser feliz,
razones sin explicación.
La juventud es violenta e impulsiva
y muchas veces, ciega.
Así pues, adiós, este es el único desenlace posible y aunque me he quedado sin norte ni sur
estoy satisfecho del resultado: soy el Centro de mi Vida.
Sin dedicatoria para nadie en particular. Simplemente que ahora que quedo claro que No es de caballeros hacer promesas, y que Más allá de los límites sigo estando yo, dentro de los mismos Yo soy el Centro de mi Vida y así será de ahora en adelante. Se llama integridad.
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