¿A dónde se va la magia?

Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba,
como en tu rostro y tus acciones vía
que con palabras no te persuadía,
que el corazón me vieses deseaba;

¿Por qué es tan difícil para algunas personas creer en la magia? ¿Por qué lo es tan difícil para ti? No obtuve respuesta. Y poco a poco la ilusión se desgasta, poco a poco el castillo de arena con el viento de lo mundanal se desbasta. Arrasado el corazón, tirante la esperanza, deploró el pensar que no habrá remedio. Yo no puedo proveer toda la magia, si bien una vez dada ya no es mía, necesita de cálidos cuidados esa magia que es mi guía y tú aún no lo percibes.

Y a mi musa décima, querida, recurro de nuevo ahora, siguiendo deseando veas mi corazón:

En dos partes dividida
tengo el alma en confusión:
una, esclava a la pasión,
y otra, a la razón medida.
Guerra civil, encendida,
aflige el pecho importuna:
quiere vencer cada una,
y entre fortunas tan varias,
morirán ambas contrarias
pero vencerá ninguna.

Menudo conflicto, inmenso alarde, a ti que te he dado mi corazón aun no quieres tocarle, ahi que, venciendo de los años los rigores, de las dudas los sinsabores he abierto de par en par mi puerte y aun no te decides a entrar por ella...

Mi vela se consume, se asfixia en confusión, pero aun se con genuina convicción que mi magia vivirá, seré por siempre un Dreamgazer, un Mago de Sueños y aunque la disyuntiva se presente grave, no cederé de escencia por despertar a la piedra, la piedra ha de desear ser de carne... no puedo más que dejar a mi musa de nuevo hablar, no porque yo sea cobarde, sino que mi silencio será mi mejor arte....

Invicta razón alienta
armas contra tu vil saña,
y el pecho es corta campaña
a batalla tan sangrienta.
Y así, Amor, en vano intenta
tu esfuerzo loco ofenderme:
pues podré decir, al verme
expirar sin entregarme,
que conseguiste matarme
mas no pudiste vencerme.


¿A dónde se va la magia?