sábado, 29 de mayo de 2010

Departing by the Sun Road


La hora ha llegado. La marea se retira así que debemos zarpar ahora. El tiempo en esta escala ha terminado y debemos continuar el Gran Viaje. Ya las altas y blancas torres de Andúnië van quedan detrás y las banderas se agitan suaves al viento como diciendo adiós. El Viento, el viento del este ya insuflan las velas acrecentando la velocidad de mi blanca nave dejando una estela de espuma perlada y conforme ganamos velocidad también vamos dejando un rastro de chispas y brillos. La curvatura del mundo se hace más pronunciada, y nivel del agua baja. No, no es que baje, es la nave que sigue un camino invisible surcando los vastos cielos, es el Camino del Sol. Esta es la primera parte del Camino de Mis Deseos, que ahora me es más claro.

El Camino del Sol es el camino de la Razón. Es el camino de la visión innovadora, práctica y extensa. Es el camino de los oficios, las realizaciones y el saber aplicado. Sus designios están basados en la experiencia que arroja nuevos métodos y soluciones. Es un camino de acción. 

Así, marcado por el Tarot, se ha de continuar el Gran Viaje, con dirección a una nueva racionalidad. No se si vendrás conmigo o yo contigo, pero sin lugar a dudas estaremos juntos. Gracias por este nuevo tramo del Viaje Hacia el Occidente.

lunes, 24 de mayo de 2010

No se, ya no recuerdo.



Un bello sueño, un antiguo anhelo,
visión prodigiosa de paz interior
camino difícil, riesgo constante,
no importa, no importa, sigue adelante.

Respuesta de mirada desafiante,
estás ahí, estás ahí, todo deseante,
¿qué no sabes de tu deseo?
no importa, no importa, sigue adelante.

Ahí el misterio queda, no calles,
¿fue temor a la realización o
en verdad no hubo detalles?
no importa, no importa sigue adelante.

Si es claro amor, palpitar de un instante
no habrá ningún temor, dudar ni alarde
que continua a pesar del desaire,
no importa, no importa sigue adelante.

Alejandro de Andúnië

A propósito de tocar un alma

 
 Tócame 
Sin Bandera 
 
Si vez que me he alejado de mi mismo,
y que no me he dado cuenta
que me atrapa el egoismo,
que camino sin fijarme
hacia el borde de un abismo,
si algun dia me ves dormido
y no he podido despertar...

Si ves que estoy perdiendo los detalles,
y que avanzo sin mirar
cuando camino por la calle,
porque estoy muy preocupado para que nada me falle,
y deje de hacer las cosas solamente por amar...

No me dejes continuar, hazme regresar...

(Coro)
Tocame, para unirme con el mundo,
para respirar profundo solamente tocame,
tocame, para estar de nuevo en casa,
con tu mano se me pasa todo el miedo tocame...

Si ves que no sonrio facilmente,
porque ahora me preocupa lo que me era indiferente,
si la sombra del futuro esta nublando mi presente,
y las trampas de mi mente no me dejan escapar...

No me dejes continuar, hazme regresar...

(Coro)
Tocame, para unirme con el mundo,
para respirar profundo solamente tocame,
tocame, para estar de nuevo en casa,
con tu mano se me pasa todo el miedo tocame...

Tocame...
 
Video oficial Tócame 

domingo, 23 de mayo de 2010

Tocar un alma



Un profundo deseo mío es tocar un alma. De sentir su textura y su color, como cuando hay una pieza arqueológica muy antigua y especial en un museo y claramente te dicen "no tocar". No deseo tocarla con morbo, aborrezco esas faltas de respeto, no deseo tocarla para consumirla como tanta gente toca cosas hoy en día no para sentirlas sino para consumirlas, botarlas la basura y buscar, enajenados, la siguiente cosa para tocar y consumir. No, yo no quiero tocar un alma así, no tendría corazón para ello. Yo quiero tocarlas para sentirlas. 

Un alma se toca con suma decisión, sin titubeos, pero sin arrebatos ni forcejeos. Es un arte. Para tocar un alma hay que tener sueños, luchar por ellos, llorarlos, dolerse con ellos, haberlos defendido y por supuesto, disfrutarlos, haber ascendido al cielo con ellos. No se trata de ser mártir, no hay que ser tan obtuso. Es por ello, claro está, que tanto los pretenciosos como los pusilánimes (como si fueran dos cosas opuestas y no más bien las dos caras de la misma moneda) no pueden tocar un alma: los primeros porque creen que es una cursilería inútil; los segundos por cobardes. 

Para tocar un alma hace falta música, belleza y talento, características naturales de la gente genuina y verdadera; porque por más artilugios de la seducción o de la violencia se utilicen (propios de la gente falsa y pretenciosa) y llegaran los cuerpos a tocarse y confundirse jamás se habrá podido tocar su alma. 

Las almas no se conquistan, no se compran, no se capturan, no se roban, no se entregan, no se pierden, no substraen,no se comercian, no se regalan. Cualquier intento humano moderno de medirlas o atraparlas están condenados al más ruinoso fracaso. No pueden ser tocadas de tales modos porque simplemente desaparecen, como burbujas de jabón, como anillos de humo, como espíritus frágiles que son. Y aún con todos estos señalamientos habrá los insensatos, los presuntuosos, los ociosos y desprevenidos que intentarán tocar un alma. No es de extrañar que mucho de estos terminen volviéndose locos.

Y como hay que ser auténtico para poder tocar un alma, los caminos para llegar a hacerlo sólo pueden ser los auténticos. Así pues, aquel que quiera tocar un alma ha de poner a prueba todo de sí. Ha de llevar al límite sus certezas, comodidades y conformidades y cuestionarse profundamente si es realmente su deseo tocar un alma. ¿De qué otra forma podría llegar uno a tocar la parta más íntima del ser humano sino mediante la fuerza de un deseo verdadero? Es un profundo llamado a la libertad y al amor el saber quién es uno y desde ahí desear tocar un alma, pues también y con razón, deseamos que nuestra alma sea tocada.

Porque, y esto que quede bien claro, un alma sólo se puede tocar si dejas que al mismo tiempo toque la tuya. Un alma sólo se toca dejando tocar la propia.He ahí el misterio de la vida. 

Alejandro de Andúnië dixit!

sábado, 22 de mayo de 2010

Poner la palabra en lugar del síntoma


¿Alguna vez has pensado si sería posible decir todo lo que se piensa? Todo. ¿Podrías ponerle palabras a muchas cosas que sientes? ¿No has llegado a sentir que hay cosas que no podrías decir con palabras y, es más, que si las dijeras en palabras perderían su esencia? ¿A dónde se va un sueño que sabes que soñaste y no recuerdas? ¿Por qué perdemos justo los objetos que más necesitamos (llaves, tarjetas, números telefónicos, utensilios, etc.) cuando más los necesitamos? ¿Por qué nos equivocamos de nombre justo con la persona que amamos? ¿Qué se nos caiga de la mano algo justo cuando se lo estamos dando a alguien es simplemente un error casual? ¿Repetir constantemente un hábito que nos molesta y nos causa malestar es solamente eso, cuestión de hábitos de costumbres? ¿Por qué determinadas cosas cotidianas, insectos, animales, situaciones, objetos, nos causan temores inmensos si son cotidianos? ¿Por qué nos ponemos tan ansiosos ante la mera posibilidad de una ruptura? ¿Por qué rechazamos el sexo si es el mayor placer de la vida? ¿Por qué nos prohibimos el placer? ¿Por qué nos quitamos la vida o la quitamos?

La verdadera respuesta yace en la parte más arcaica, inmensa, poderosa y temida de nosotros: lo inconsciente.
Y verdadera en un sentido íntimo y personal, es decir la verdad de cada quien, referida al fondo de su corazón y de su mente, esa parte donde ya no puede esconderse detrás de nada ni fingir: queda expuesto ante si en toda su miseria y en toda su grandeza, en toda su bondad y en toda su malevolencia. Lo inconsciente es nuestra última verdad. Acceder a dicha región no es cosa fácil. Mil y un obstáculos, resistencias, se opondrán a su acceso a la consciencia, casi todo en la vida moderna está creado para evitar tal emergencia. Todo lo que tenga como fin entretener, enajenar, tranquilizar, convencer, adaptar, tendrá como máximo enemigo la parte inconsciente de la mente. Pero esta siempre intentará salir, dar su mensaje. Ahí está el síntoma.

Pero ¿qué es este mensaje del inconsciente que tanto teme la consciencia? Simple: el mensaje de nuestros verdaderos deseos. ¿Pero que lo que deseamos como trabajar, comer, tener sexo, no son nuestros verdaderos deseos? Quizá si, pero quizá no. Pregúntenle a todo aquel que teniendo a la mano la satisfacción de un deseo largamente anhelado da media vuelta y decide ignorar tal bendita oportunidad. Pregúntenle a aquel que sabe que si continua por el camino que va terminara herido o dañando a los demás y aun así continua. Pregúntenle a la anoréxica, al comedor compulsivo, al deprimido, al celoso, al miedoso, al pretencioso, al mentiroso, al que le gusta el juego de ser la víctima, al victimario. Pregúntenle al inconforme, al huérfano, al homicida.

No somos lo que pensamos, ni lo que creemos ni lo que vemos al espejo. La razón aquí ve reducido su reino a un minúsculo estado títere en medio de un vastísimo imperio sin límites. Somos nuestros deseos, los buenos y los malos, los de la vida y los de la muerte. De ahi lo importante que es tratar de ver más allá del espejo y ver quienes somos realmente. Ser honestos, dejar de engañarnos. Es una forma de liberación. 

Es por ello que el psicoanálisis es tan rechazado. No es para menos. El psicoanálisis desnuda. Nos despoja de máscaras y fingimientos y nos confronta con la verdad de nuestro ser, lo cual es el principio de un camino de honestidad para con uno mismo, para saber quienes somos realmente y encontrar nuestro lugar en el mundo. Es un acto de libertad, vuelvo a insistir, y quizás es el primer acto de libertad genuina en la vida de muchas personas. Pero no es promesa de felicidad eterna, no es el "y vivieron felices por siempre". Conflictos seguirá habiendo, pero es una gran diferencia sufrirlos en la ignorancia a la posibilidad de transigir con ellos. Cambiar de posición frente a los pesares de la vida y notar que muchos de ellos son opcionales. Que no es necesario tomar cursos de control del estrés o del enojo si para empezar nos damos cuenta de que frente a muchas cosas es opcional enojarse. Que el pasado, aunque doloroso muchas veces, no es un lastre obligatorio de cargar para el resto de la vida. Que ser uno  mismo no es pecado, sino quizás el mayor acto de amor y libertad que los humanos podemos realizar. De ahí que sea tan importante hablar y escuchar. Poner la palabra en lugar del síntoma.

1. Como si se tratara de un iceberg, la consciencia sería esa pequeña parte que sobresale del agua, mientras que lo inconsciente se mantiene oculto bajo ella, inmenso, secreto, pero presente, siempre presente.

lunes, 17 de mayo de 2010

Amor que mira bien de frente

 Pocas, muy pocas canciones de este personaje me agradan, pero esta es especial. El aire me trae la letra, el corazón resuena...

Amor inmenso y sin medida,
sin historia y a medida,
amor que no haga mas preguntas
preparado a no entender,
amor que mira bien de frente
suficientemente fuerte,
amor que no busque salida
y no me cueste la vida.

[...]
Quisiera volar hasta donde te escondes
contarte de una vez que razones me rompen
dejar de echar tanto de menos a tu corazón
y quisiera tenerlo, robarlo aunque fuera
dejar de mirar que aun me vale la pena
aquel corazón que me late dentro de ti 

 

domingo, 16 de mayo de 2010

Hablar con el Viento


He aquí que continúo hablando con el Viento,
que hablo con un espíritu que se que está conmigo,

que sin embargo está ausente,
pues su presencia se reserva más allá del puente.


Hablo con un noble, que desde el norte me responde,
hablo con un alma esquiva que se esconde,

de un qué sé yo, que yo no sé, que me opone,

desde la distancia que así mismo se impone
.

Hablo con un presencia, algo que me protege,
un espíritu perenne y me circunda

que anda y no anda, que me llama y se defiende,
que me tienta y me provoca, cada vez que dice mi nombre...

Habla con valor y entereza
de una tristeza hace tiempo ida,
pero cuyo recuerdo es aun reproche
al haber hecho de su amor un derroche.

Habla con despecho y dulzura,
habla con madurez y desparpajo.
Habla para esconder lo preciado
revelando así lo más anhelado.

Habla como queriendo no decir nada,
y expresa mucho mas de lo que dice,
es mucho corazón el que así guarda,
y es mucho más lo que así ofrece.

Hablo a una mirada inquisitiva, vigilante
una inteligencia abierta e inocente,
frágil, muy frágil,
cuya esencia se
respira a cada instante.

Hablo a una presencia inadvertida
que pasa por la calle  
disfrutando de las brisas,
gozando que el viento lo acompañe.

Hablo ahora mismo con ese espíritu,
se que sigue cada letra

sus huellas lo delatan,
esa certeza me levanta.


Y es aquí que afirmo al viento
que no obligo a nada
que le pido que tome su tiempo
y se permite construir un alma sana

He aquí que el viento avanza,
que se deja tocar y se adelgaza,
el temor, la duda y desaparece la amenaza,
reemplazado por una sólida fe en la confianza.

Hablo ahora desde la encrucijada
desde la región más solitaria,
desde aquí envío mi fe y mi esperanza
para el Viento que me abraza.

jueves, 13 de mayo de 2010

La Sabiduría de S. S. el XIV Dalai Lama


Un día le preguntaron a la décimacuarta reencarnación del Buda Avalokitesvara, el Dalai Lama, que qué era lo que más le sorprendía de la humanidad y esta es su respuesta:

-Los hombres.

-¿Por qué?, pregunto su interlocutor

Porque pierden la salud para ganar más dinero y pierden el dinero para recuperar la salud;
Y por pensar ansiosamente en el futuro no disfrutan ni el presente ni el futuro,
y viven como si no fuesen a morir nunca 
y mueren como si no nunca hubieran vivido.

Gracias al Suave Viento por la cita. En este tipo de pensamientos está puesta mi fe.

domingo, 9 de mayo de 2010

Hotsu Koi, el Primer Amor


¿Quién no recuerda su primer amor? Ese momento mágico y fundamental en la vida de los seres humanos. Sin embargo, para nosotros tiene un sabor sumamente diferente que se mezcla no pocas veces con sabores amargos y dulces. ¿La experiencia del primer amor entre los hombres ha de ser por fuerza destinada al dolor o la desgracia? Miremos hacia otras latitudes, aprendamos de la experiencia del amor en otras culturas, veamos que el orgullo y la dignidad es la experiencia común al amor, si bien, atraviesa por el arduo camino de la aceptación, de la negación y el reencuentro y reconciliación con el mundo y con uno mismo. Esa es la gran lección del amor.

sábado, 8 de mayo de 2010

Nausicaä: La Princesa del Viento


Una vez más el futuro luce apocalíptico. El viento me lo dice. Este ominoso mensaje ha estado inquietando al Espíritu de mi Elemento desde hace días y ahora encuentro la razón, que estuvo ahí desde hace 26 años y una vez más en una película de Hayao Miyazaki.

En un tiempo tan distante que no sabemos si es pasado o futuro la Tierra está invadida por bosques de hongos que liberan vapores venenosos, repletos de insectos gigantescos y salvajes; extensos desiertos y lagos ácidos. Para variar los humanos del pasado fueron los responsables del cataclismo que precipito a los humanos del presente a vivir exiliados en reinos desperdigados aquí y allá, los cuales poco a poco van siendo devorados por los bosques venenosos.

En uno de estos últimos reinos, el Reino del Valle de los Vientos, vive la princesa Nausicaä, última de un ancestral linaje. Este reino carece de pompa y pretención como tantos otros, ni siquiera tiene corte, más bien nos recuerda a los antiguos clanes unidos por parentesco y ligados por lazos de honor y lealtad. Así pues su princesa está en estrecho vínculo con su pueblo, al que protege y guía con fervor. 

Pero Nausicaä también gusta de la aventura. Vuela en su Mahave, una especie de planeador, surcando las corrientes del Viento, a las que conoce con suma precisión y profundidad, ella puede leer el viento, pues lo ama, es su esencia. Nausicaä es un espíritu libre.

Es a través de estos valerosos viajes dentro de los bosques venenosos que Nausicaä descubre un secreto que cambiará su vida para siempre: es la única que entiende que hay una conexión entre los árboles, el agua, la arena , el viento, los bosques de hongos y los grandes Ohmus: Es la Tierra limpiándose. A partir de ahí el giro del destino se precipita y Nausicaä y su pequeño reino quedan a la mitad de una batalla entre dos reinos rivales y la cada vez más cercana amenaza del veneno y los insectos. Será el valor, el amor, la fe y la esperanza las que guiarán a Nausicaä a enfrentarse a lo más abyecto de la humanidad para encontrar ahí vestigios de valor y razón justo dónde nadie creía que aun los hubiera. Y además logra ver en los insectos no una amenaza sino a unos seres sin más defensa ante los humanos que una ira desbocada producida por el horror de la destrucción que los humanos siguen dispersando por todas partes con sus guerras. 

Nausicaä, predestinada a ser el agente de un gran suceso, humilde, ofrece todo de sí para salvar a su pueblo, no se arredra ante la barbarie humana ni la de los insectos y permanece fiel a su esperanza, abre el corazón, los oídos y los ojos y comprende más allá que nadie lo que la Tierra está tratando de decir, pues es curiosa y es inmune a toda pretensión de poder o gloria, y por el contrario, es curiosa, reflexiva, sensible y atenta a las sutiles señales del viento. Habla sólo lo que tiene que decir y ocurre lo impensable: la Verdad aparece y transforma al mundo. 

Nausicaä, es una heroína como las que describimos en otro momento (El Viaje del Héroe), y cumple con todas las características, descenderá incluso al inframundo para descubrir su secreto más preciado. Yo me quedo con la imagen de Nausicaä volando en su planeador, disfrutando como nadie del Aire, surcando los cielos en las alas del Viento y sabiendo, contenta y feliz que la vida esta hecha de Aire y Agua, de Fe y Libertad, la misma materia de los sueños y los deseos. Por eso es que amo tanto al Viento.
El Viento sobre los campos de trigo dorado...

miércoles, 5 de mayo de 2010

Lo huelo en el aire


I amar prestar aen

Han mathon ne nen

Han mathon ne chae

A han nostron ned wilith

Esta advertencia pesa en mi corazón, pues veo las señales repetirse una vez más. Beware.

lunes, 3 de mayo de 2010

El Viaje del Héroe I: El Advenimiento



Pocas ideas creadas por el hombre tienen tal poder como la idea del héroe.
Los héroes han estado presenten en las narraciones de la humanidad desde tiempos inmemoriales, pues tienen muchas funciones que van de lo político, lo económico, pasando por lo religioso, lo mítico, lo identitario, lo poético, hasta llegar sin duda, a lo inconsciente, verdadero asiento de lo fundacional, lo estructural, el Ser quien soy.

A todas luces, el discurso sobre el héroe es un discurso de analogías, metáforas y simbolismos. Éstos últimos son los más interesantes. Sin embargo, no se abundará en esta ocasión sobre las diversas teorías que hay acerca del héroe, más bien invito a leer y aprender sobre este vasto tema a través de las muchas fuentes que hay al respecto. Aquí sólo se resumirán sus aspectos más básicos.

Formalmente el Viaje del Héroe inicia con la confrontación de su destino. Se le vaticina su participación en eventos más allá de su comprensión, a los que se niega a participar; pero para los que de algún modo ya sea por intuición, premonición o inconsciente, ya se sabía destinado. Incluso pudo haberlo deseado.  A este momento inicial se le llama el Advenimiento. Luego vienen otros momentos: la partida del hogar, el inicio del trayecto, el encuentro con numerosos personajes (algunos ayudarán, otros impedirán); el descenso al inframundo, hasta llegar al momento apoteósico de enfrentarse con el enemigo (lo que toma tantas y tantas formas en cada historia y cultura), y al final a veces, el retorno al hogar, lo que no pocas veces es más difícil que el enfrentarse al mísmisimo enemigo.

La Línea de Alejandro también tiene una tradición para interpretar el Viaje del Héroe, la revisaremos poco a poco. Para empezar diremos que el Viaje del Héroe, es el Camino de sus Deseos Más Secretos, ni más ni menos, pero no hay camino en el que el peligro de perderse esté más latente todo el tiempo. Desde esta perspectiva del Viaje de Héroe, el Advenimiento como tal nace de un deseo verdadero, el cual que no encuentra, aparentemente, satisfacción posible en el arreglo de condiciones del mundo y la sociedad que le toca ,vivir al héroe y que incluso, su realización podría generar más conflictos de los que resolvería. Así, este primer deseo originario, ubicando  la mayor parte de las veces en la infancia, pero no es regla; este deseo único e irrepetible en cada ser se volverá fundacional y ante su frustración inicial, permitirá al niño la creación de un mundo imaginario, fantástico, sustitutivo, evasivo, contestatario y por ello mismo, identitario, dentro del cual se verán realizadas todas las ilusiones y sueños pertenecientes al ciclo de fantasías asociadas a su deseo. No, no es esta una disertación psicoanalítica, es una metafísica de los deseos.

Como dijimos párrafos arriba, el Advenimiento del Viaje del Héroe nunca es recibido con júbilo y alborozo por aquel. Cuando sucede así, nos encontramos indudablemente frente a un vanidoso, un pretencioso, egocéntrico fantoche ávido de llamar la atención, que en su exhibición glamurosa de ignorancia deja claro que no tiene alma de héroe, pues no concibe el tamaño de la empresa y los sacrificios que exige sino que solo se embelesa con los reconocimientos y la adulación que imagina para sí. Es una wannabe cualquiera. Ni que decir que siempre son los primeros en huir o morir.

Dicho así entonces, el intuir, el saber que está en el Destino de uno el ser Héroe es más una certeza ominosa que un motivo de celebración, porque confronta con el Primer Momento en la Identidad del Héroe, se choca de frente con el llamado a trascender de las condiciones originarias del Héroe.  De origen el Héroe es un campesino, es  un aprendiz, es un tipo de suburbios, es un ama de casa, alguien común y corriente, nadie especial, sin saber que su designación descansa precisamente en esa falta de vanidad y pretensión, porque su verdadera grandeza está en  su pureza, su resistencia al egocentrismo, en su resistencia a dudar de toda comodidad y adulación; descansa en preguntarse por las cosas antes que regalado, confianzudo y taimado, se autocomplazca en que al fin se le reconoce su inadvertida  (y evidentemente inmerecida) gloria y admiración. Todo lo contrario, su designación como Héroe radica en el hecho de que no busca honores ni privilegios; sabe que la mejor recompensa de un trabajo bien hecho es la felicidad, la tranquilidad del espíritu y no el reconocimiento vacío de los que ansían ser reconocidos. Este tomar consciencia, a medias, de la vastedad de la empresa que se coloca en su vida, basta para confirmar el concepto que tienen de sí mismos, muy por debajo de su verdadero potencial y activa una búsqueda frenética por evitar participar de tal empresa, sin notar, que cada intento por evadirla los acerca más a ella. Piénsese en Perseo, en Arturo, en Bastián, en Frodo, en Neo; todos llamados a realizar grandes cosas, pero ninguno las aceptó en el Primer Momento.

Sin embargo, este choque entre lo que se cree que se es y lo que se impele a ser ha de provocar consecuencias profundas y poderosas, pues colocan al ser en una posición insostenible que solo puede resolverse mediante la toma de decisión: se inicia el camino o se resigna a la apacible existencia previa, mas oh ironía, nunca volverá a ser apacible pues por siempre quedará la inquietante duda de qué hubiera pasado si...


El Advenimiento es la Primer Gran Batalla en el Camino del Héroe, es la confrontación de temores muy añejos sobre nuestro propio valer. Es un cuestionamiento serio y contundente sobre el papel que jugamos en el mundo y un "poner las cartas sobre la mesa" precisamente sobre las cartas que nos tocan jugar en la partida del universo. Nada más, pero nada menos. De ahí que dijéramos que se trata de un momento fundacional en la identidad: es decidir, SOY O NO SOY, dilema de cuyas insondables consecuencias bien nos puede hablar Hamlet.

Todos los días pasamos por momentos similares al Advenimiento. Todos los días el mundo moderno nos empuja a adaptarnos a él, servirle a lo que se creó para que nos sirviera. A dudar de nuestras dudas y abrazar confiados las respuestas esterotipadas, engañosas, pero sutilmente convincentes que el mercado y el consumo ofrecen, soluciones pasajeras pero que se compran con la más preciado que tiene uno, su identidad. Es un momento de Emancipación, de búsqueda de la Libertad y de Independencia, pero mucho más profundo de lo que hoy día está de moda el hablar de tales términos. La Vida nos invita a ser héroes de nosotros mismos y eso sólo puede ser cuando somos nosotros mismos, libres, solo así podemos llegar a ser Héroes. Nadie más puede salvarnos y solo puede ser a través del amor.

Pero de eso hablaremos en otra ocasión, siguiendo el Viaje del Héroe.


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