lunes, 28 de septiembre de 2009

La complicidad entre los áurores


Su conversación es clara.
Los temas son profundos, la simbología oscura, las implicaciones: inconmensurables.


El intenso vacío del destino se extiende entre sus miradas y nunca habían estado más cerca uno de otro.

Cada frase recorre una amplia región del universo.
Dos latidos vibrando en conjunto.

Misterios de lejanas eras del mundo les eran comunes a ambos.
Ambos lo sabían.

Sutiles inteligencias, retos de suma destreza,
Verdadera sensación de comprensión en medio de la áspera cobertura de la modernidad funesta.

Pensamientos viajando de una mente a otra, a veces en el silencio atronador de las letras, a veces en la armonía de la música de autores del oriente.

Presente sensación de poseer un privilegio,

Certeza ineludible un reflejo sincero.
Mirada, voz, pensamiento, pasión.

La realidad escrita desde la emoción.

Encuentro destinado desde el principio del tiempo,
alta responsabilidad.
Demasida pasión

El secreto aún está por decirse

¿Puedes aún hablar?

viernes, 25 de septiembre de 2009

La Generalidad de las Autónomas Marinas


Como es conocido por todos, el Gobierno del Gran Imperio de la Tierra Unida, se haya divido para mejorar su administración en Tres Grandes Regiones a saber: La Tierra emergida, los Mares extensos y los azules y oscuros Cielos. Cada una de estas regiones es administrada por un General, jefe político y militar de tal región, directamente nombrado por Su Majestad Imperial y Alteza Real el Emperador de la Tierra Unida y con la aprobación del Augusto Senado del Imperio y la venia del Noble Templo de las Estrellas.

La región comprendida por los Mares extensos del planeta Tierra está dividida a su vez en Siete otras regiones llamadas Marinas Imperiales, a las que les fue concedido mediante Edicto Imperial del año 21 I. CG. (1999) el estatuto de Autónomas. Fecha en que es nombrado el primer General de Marinas y le es otorgado el título de Lord ad honorem por sus nobles servicios a nuestro Gran Imperio.

Para ser elegido General de Marinas es necesario ser nativo de cualquier signo zodiacal de elemento Agua y tener notables dotes intuitivos y regeneradores, asi como poseer una intensa y poderosa fuerza emocional, profunda y terrible como los mares, pero también generosa y calma como las costas del verano.

La labor del General de Marinas es bien administrar los Siete Mares en nombre del Emperador, velar por el bienestar de la gente que vive en estas regiones, administrar los Siete Palacios Hundidos y demás ciudades submarinas y garantizar el desarrollo y conservación de la belleza de las mismas, es decir, cumplir los Nobles Ideales y Valores del Imperio.

Para que se añada el título de Lord, habrá de realizar el candidato grandes y valiosos servicios al Gran Imperio que demuestren su compromiso con sus ideales y sueños.

En este momento, año 31 I. CG. la silla de la Generalidad de las Autónomas Marinas está vacante.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Feeling new things


Mis profesores en la facultad solían criticar el concepto de madurez. ¿Maduros como los melones o las sandías?- preguntaba una de ellas. No, los humanos no maduramos como las verduras y las frutas. Sólo nos hacemos más viejos.

Pero no, no es un comentario triste o pesimista. Es una percepción interesante que últimamente he tenido. Es interesante ver cómo el tiempo nos hace más sensibles a los cambios de las cosas, incluso nos puede hacer más reaccionarios a esos cambios, quizás por aquello de las conquistas del status quo, quizás por placer, quizás por temor.

Una nueva sensibilidad asoma, una visión más tranquila, profunda, aguda. Dote que sirve mucho, que ayuda a otros, sensaciones interesantes. Entonces si, sigamos madurando...

domingo, 20 de septiembre de 2009

Were the world mine (Si el mundo fuera mío)

If you could make someone love you, would you?
¿Si pudieras hacer que alguien te amara, lo harías?

Ciertamente una pregunta muy tentadora y es la premisa principal de una hermosa película basada en la inolvidable obra de William Shakespeare Sueño de una noche de verano (A midsummer night's dream). Para no dar demasiados detalles de la película, quien ya conozca la trama de la obra del poeta inglés, recordará los enredos que suceden cuando mediante una pócima mágica se logra que las personas se enamoren de la primera persona que miren después de ser rociados con ella.


Derramando la poción en casi todo el pueblo, el protagonista de la película no hace sino revelar muchos sentimientos y emociones que yacían de origen en lo profundo de los corazones, no sin mediar en ello terribles conflictos de identidad. Timothy, el protagonista logra el amor de quien tanto ama en secreto mediante la poción, sin embargo realizar su deseo tiene varios efectos secundarios pues el nuevo amor ya tenía pareja antes del hechizo. Aunado a esto, todos los amigos cercanos ven trastocadas sus relaciones por los efectos de la poción desperdigada a los cuatro vientos.


Duda, temor, celos, ira, tristeza, dolor, alegría, pasión... toda la gama de emociones humanas se ven exaltadas en este confuso mar del enamoramiento, lo que lleva a todos los involucrados a decir en algún momento: "el camino del verdadero amor nunca es fácil", frase simple, directa y totalmente cierta.


Una película honesta y bella en su metáfora, que es de nuevo un testimonio de la importancia de la magia y los sueños, incluso en aquellos quienes no creen ello.

Al final, Timothy se verá en la disyuntiva de arreglar todos los embrollos provocados por la poción revertiendo todos sus efectos, incluyendo a su nuevo amor. Pero he aquí que se verá que si el amor entre ellos era real permanecerá aún cuando el poder mágico de la poción haya desaparecido, venciendo todas las adversidades.


martes, 15 de septiembre de 2009

Un año de realizar grandes cosas



Estoy destinado a grandes cosas, pero no a las "grandes" cosas que impone la modernidad de hoy: dinero, posición y reconocimiento social, éxito económico. Estoy llamado a un éxito más modesto, pero más grande y personal: ser mejor persona, ser una buena persona, ser quien soy.

Esto me lleva por otros senderos; me hace necesitar otras cosas, otra gente, otras formas de pensar. Y es difícil, porque en ese camino no suele haber muchos otros viajeros, para hablar, pedir consejo, contemplar el paisaje o compartir las penurias del camino.

Mi ideal sería que en este camino que emprendo hubiera otro caminante, que si bien puede no tener un idéntico itinerario que el mío, quiera compartir y sentir conmigo las penas y alegrías del camino común, cada quien a su especial modo, pero al unísono como instrumentos en la sinfonía.

Pero hoy me queda claro que eso es difícil. Hay demasiado ruido, demasiadas voces ¿A quién hacerle caso? Incluso, a veces lo que hay es abandono y ahí la cuestión es que no hay a quien hacerle caso. Y en este camino tan particular en verdad que hay muchos momentos en los que uno puede llegar a desorientarse, incluso a confundir y desesperar. Ahí vimos que éste no era el camino de muchos y quedamos aún más pocos. Esto me llenó de ansiedad, de incertidumbre, incluso de amargura, pero cuando quise volver y andar por otro camino las cosas siguieron igual y me resultó notorio que debía regresar a mi camino, no por costumbre, ni comodidad, ni por pusilanimidad, ni por miedo a la pusilanimidad, sino porque ES mi propio camino.
Además, las promesas tranquilizadoras del consumismo me son cada vez menos tranquilizadoras y si cada vez más inquietantes. Siendo cada vez más claro que lo que me tranquiliza es la belleza, la calma, la ternura inesperada que asoma en mi corazón al contacto con la inesperada ternura de los demás.

Este camino me ha dado tantos aprendizajes, la mayoría sin que yo me los propusiera, acaso si los necesitara. Hoy soy capaz de expresar claramente tales aprendizajes, pero considero que aún no puedo valorarlos en su justa dimensión y darles la importancia que tienen en mi persona y su estratégica idoneidad para el camino que sigo. Es parte de esas deliciosas agridulces sorpresas que tiene el camino de la vida.

Ahora, sin lugar a dudas, seguiré caminando, porque aún en medio de la confusión y el ruido, sigo escuchando tímida y quizás ingenuamente, el claro goteo de un manantial de vida, del repique de una campana de esperanza, de un resplandor de fe.

Así de nuevo, en la búsqueda de rutas sin mapas ni brújulas, seguiré atenido a las más simples indicaciones, las que me identifican con mis ancestros y todos los grandes hombres que me precedieron en este mismo camino: la intuición, la honestidad, la inteligencia, la sensibilidad al llamado de mi corazón.

Y seguiré esperanzado en encontrar a alguien cuyo camino lo nos acerque para vivir las penas y alegrías de la vida, el pensamiento, la belleza, el asombro del milagro del mundo; y con recogimiento y devoción entregarnos a la contemplación de la vida, y con valor y decisión a su disfrute y conservación. Ayudar a otros viajeros. A bailar el ritmo contundente con el que danza el universo y, en silencio, tomados de la mano, en el vaivén de nítidas miradas llenas de lucidez, tomar conciencia del profundo deseo de amar que nos emana de la parte más íntima del ser.

Ese es mi camino y hacia allá me dirijo, sigo adelante, siempre adelante, como ya dije alguna vez....
¿Ves por que no puedo cambiar de camino? Ahora, ¿Quieres venir conmigo?...

viernes, 11 de septiembre de 2009

El primer poeta de mi vida



Y si con la aurora el día
viene apenas a nacer,
pronto aquel amanecer
se tornará en medio día.
Goza entonces, vida mía,
que vendrá el anochecer
y no volverás a ver
otra vez la misma aurora.

Con alas el tiempo corre
y mata toda pasión
y no hay mal y desazón
que tiempo mismo no borre.
No te encierres en la torre
que nos da la soledad,
si la vida es brevedad
vive, pues, tu vida ahora.

Si con la luz nos parece
la nube de mil colores,
pronto en húmedos vapores
del cielo desaparece.
Si así la nube perece
cuando aparece mejor,
piensa que la vida, amor,
como nube se evapora.

El agua que ves corriendo
pronto llegará hasta el mar
y no volverá al lugar
en que la miras naciendo.
Como el agua que va yendo
directa hasta su destino,
no mires nunca el camino
y vívelo sin demora.

En memoria de Neftalí Beltrán
El primer poeta de mi vida.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Cerca de un Año


Esta colección de pensamientos, miradas y recuerdos está por cumplir un Año de aperecer en este inmenso mar ciberespacial. Constituye un hecho digno de celebración y regocijo. Respresenta la cristalización y redescubrimiento de muchos de mis más preciados sueños. Es el manifiesto de una Visión del Mundo.

Han necesitado de la suave maduración y el paso de las 4 estaciones, frio, calor, humedad y sequedad, los cuatro elementos han asistido a esta fragua en la que recibí la tutoría de un alma profunda.

Asi pues este mes verá el reestreno de varios textos importantes. El paso del tiempo y la amable compañía que me han brindado les conferirá un nuevo matiz.

Este año en particular ha sido rico en experiencias y valoraciones del pasado y del futuro. Se cumplen los oráculos. La visión actual sobre el pasado nos dota de confianza y aprendizaje, humildad y certeza. Hacia el futuro nos renuevan las energías, nos dotan de nuevos horizontes y proyectos.

Pero seguramente y sin menoscabo de estas vivencias, la más importante fue el recuperar los sueños. Vivir la magia, compartir lo secreto.


El mero hecho de la existencia de este blog es prueba de ese rescate de la magia, algo que creía ya casi perdido. Encontró un lugar, un sentido, un motivo y un destino. Este blog es un manifiesto, prueba de que en todo lo que hacemos sinceramente, ponemos el pensamiento de todo lo que amamos. Devolvió el lugar inigualable que los sueños tienen en la vida de este autor. Redescubrí los hechizos, las vivencias y las peculiaridades. Lloré, lloré mucho. Un llanto pleno y purificador, como lo menciono en algún texto. Estas lágrimas están libres de amargura, no son fruto de la soberbia, del narcicismo defraudado, son la pura expresión de mi alma sensitiva. Al final son regocijo de lo mucho aprendido. Son gratitud.

Reí, reí mucho. Alcancé tres décadas de celebración de la magia y me paercaté que yo me muevo en estos mundos como en el mismo aire que respiro. Y reconocí lo importante que es para mi soñar, presidir el surgimiento de los deseos y partí de nuevo en búsqueda de mi Verdadera Voluntad. Lo dicho mi segundo post se cumple. Se mantener mis promesas. El destino me asiste en ello, no todo es mérito mío.


Y el amor retornó. Todas estas creaciones son testimonio veraz del poder del amor. Amor es creación. La lucidez del espíritu eleva la intuición y la inteligencia a las celestes regiones y las puede convertir en inimaginables realidades. Mostrar que un deseo es poderoso aun cuando no se sea consciente de ello. El amor pasó de retórica, de apología del sufrimiento, del despecho de la víctima, de medir lo intenso del amor por lo intenso del sufrimiento, tanto drama histérico, a ser vivencia de la creación, ejercicio de la fe, arte del compartir la realización de las voluntades.

Descubrimos que ser quienes somos es la única forma de estar en el mundo. Nos rehúsamos a las hipocresías sociales. Pero también respetamos los distintos esfuerzos de cada ser. Insistimos en ello: no somos censores.

Visité la región más solitaria y ví que es una compañera constante. Escuché llover de madrugada y canté canciones que solo en el antiguo Egitpo cantaban dirigieno Mozart la orquesta. Rememoramos a Sor Juana mientras caminamos con los gatos, lloramos la muerte del Rey, luchamos por nuestra última pulgada, desde el lejano oriente nuevas canciones llenaron de pasión mis oídos, señalamos las inequidades del mundo, alabamos y alentamos el poder de la razón humana, como deber y homenaje, mostramos los caminos de los elfos, narramos la creación del Sol y la Luna y amamos, con todo ello, amamos el poder vivificador de los sueños.

Algo de mi inocencia se perdió, algo de mi ingenuidad cedió para instalar sentidos más agudos y pasiones más claras. La lección fue aprendida. Dime de que presumes y te diré de qué careces, reza el refrán. Con humildad reconocí los errores, y lejos de pretensiones aquí solo hay hechos. El amor son acciones y no buenas intenciones, otro refrán.

Hay tanto que aprender del amor, ser consecuente con ello y vivir realizando los sueños. Seamos diligentes en este aprendizaje, poniendo corazón y razón en ello. Siguiendo el ejemplo de nobles maestros. Un nuevo año comienza.

A todos, Gracias.


martes, 1 de septiembre de 2009

Sobre la perseverancia


En esta noche húmeda, a la vera de una decisión trascendental, he aquí que me vuelvo a confrontar a fantasmas lejanos que pensaba yo que ya estaban exorcizados.

¿Cuándo insistir y cuándo cesar? Es una pregunta importante.
Hay una línea divisoria entre la perseverancia, como esfuerzo racional y esperanzado en llegar a una meta, obtener un resultado o lograr un objetivo; y la terquedad, como ejercicio obcecado hacia una posibilidad nula. Una gran parte de la así llamada madurez descansa sobre la habilidad para saber cuándo continuar y cuándo desistir. Y no muchos logran adquirir está virtud.

La mayoría de los humanos hemos insistido en cosas que no cambiarán, no dejarán de ser o no sucederán. El costo es alto. En otras ocasiones, detenemos nuestros esfuerzos cuando quizá la meta ya estaba muy cerca, pero no lo sabíamos. Lo que es cierto que ante la perseverancia ajena nunca he podido dejar de conmoverme, pues es una prueba de fe. La perseverancia ajena no puede inspirarme rechazo, burla o menosprecio. Pues uno que ha luchado por mantener y realizar los propios sueños ha vivido en cuerpo y alma la risa envidiosa del que desprecia un denodado esfuerzo del que presuntuosamente se cree capaz, pero no cree necesario demostrar. En esto soy prudente como mi querida Sor Juana y como los otros Seis Sabios me han enseñado.

¿Cómo podría yo atreverme a censurar un esfuerzo por más irracional que me parezca? Porque a fin de cuentas así me lo parece a mí. No sabemos de la experiencia y percepción íntima del esforzado. Quizás, y si me es requerido, he de dar mi punto de vista, pero no puedo censurar, ni menospreciar la vivencia del otro, ni ufanarme directa ni indirectamente de que yo en su lugar lo haría mejor o que pobrecita gente, algún día aprenderá. Estos desvaríos vanidosos son fruto más bien de quien herido, ahora busca a quien herir. El niño señalado y humillado aprende eso.

Con el paso del tiempo he aprendido a respetar la vivencia del otro, a ser muy cauto en la forma de expresar mi opinión. No se trata de ser hipócrita, se trata de no hacer lo que no nos gustaría que nos hicieran, regla fundamental de todas las religiones del mundo. No se trata de no ser honesto, se trata de buscar la forma de decir las cosas sin lastimar, nada nos cuesta. Las acciones encaminadas por "el bien de los demás" suelen ser las más perjudiciales, implícita y explícitamente. Casos y casos abundan en la clínica de madres sobreprotectoras que creyendo hacer un bien a sus hijos han terminado por causarles mucho daño. La experiencia clínica demuestra que estas madres pretenden muchas cosas con su conducta sobreprotectora, pero amar no es una de ellas.

Así, dicho con todas sus letras, yo hago una apología del derecho de las personas a perseverar en ser quienes realmente son. No dejo de llamar tampoco a la razón y al corazón en esta nobilísima tarea; y en la medida en la que todos nos podemos equivocar en ese camino y que nadie puede darse el lujo soberbio de instituirse en censor o dispensador de la experiencia ajena, seamos respetuosos del genuino esfuerzo humano. Yo que me dedico a alentar a la juventud a perseverar y lograr metas más altas, padezco de momentos de duda. Y no me acongojo por ello, soy humano. Pero me indigno ante quien hace como si ya tuviera todas las respuestas, a quien se burla de quien duda, como si él mismo nunca hubiera dudado. ¿Qué es más fácil burlarse del otro en el momento del trastabilleo o permanecer allí, junto, y brindar apoyo aunque se vuelva uno parte de la burla?

Dumbledore lo dijo adecuadamente: llegará el momento de escoger entre lo que es fácil y lo que es correcto.

Por ello la experiencia de crisis, de duda o de incertidumbre de los seres humanos me es preciosa y la respeto aún cuando la otra persona no lo haga ni con la suya misma. La madurez, por si los doctos y experimentados lo han olvidado, también implica saber dar aliento incondicional y no necesitar de la satisfacción de decir "te lo dije", ni de mirar con soslayo diciendo ah qué bruto es este. Las grandes personas no son las que se ufanan de serlo. No temo a los que dudan, perseverarán y encontrarán sus respuestas. Temo a los que no tienen dudas por no pasar por ignorantes (y asemejarse a lo que tanto desprecian) porque estos son capaces (así lo demuestra la historia) de cometer los errores más grandes que siempre terminan hiriendo a alguien más.

Así, en esta noche de incertidumbre, ha de guiarnos la fe, última brújula, poderosa y compasiva. Nos ha de llevar a perseverar en unos caminos y a abdicar de otros. Nos de la lucidez para saber cuándo erramos el camino y la humildad para corregirlo. Estas, para mi, son las grandes personas.

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