Cuando en tu corazón se abra, llena de vida, la flor perfumada del Amor, recuerda que alguien la plantó un día dentro de Tí.
Cuando tu corazón se ilumine con el suave colorido de una puesta de sol, recuerda que alguien amaneció contigo.
Cuando el fuego de la pasión queme tu corazón, consuminedo todas las fibras de la inmolación del placer, recuerda que alguien encendió esa llama.
Cuando tu corazón esté bordado de sueños dorados tejidos con hilos de luz de luna, recuerda que alguien coloreó tu mundo interior.
Cuando la noche te encuentre con el corazón partido y angustiado por las amarguras recogidas en un día, recuerda que alguien posee el calmante que necesitas.
Cuando tu rostro no pueda contener el torrente de lágrimas que empapan los pliegues de tu almohada recuerda que hay alguien esperándote con el pañuelo en la mano.
Cuando el insomnio te haga dar vueltas desesperadamente en la cama, recuerda que alguien puede sembrar sueños de paz en tu mente.
Cuando la soledad te oprima y tu grito no encuentre eco, recuerda que allá del otro lado, alguien ama tu compañia y entiende tu clamor.
Cuando tus secretos no quepan más dentro de tí, amenazando con romper los diques de tu alma,recuerda que existe alguien dispuesto a recogerlos y guardarlos con el cariño y la dignidad que tú esperas.
Cuando en tu corazón habite el azul del cielo, la calidez del sol, el gorgeo de los pájaros, el perfume de las flores, la nostalgia del atardecer, el encanto de las mañanas, la serenidad de los lagos y la sonrisa de ventura, recuerda que alguien ha tocado tu corazón con la varita milagrosa del Amor.
¡Oh, Tú que amas y vives en el contradictorio mundo del arcoiris y de la oscuridad, de la calma y de la agitación, de la paz y la inestabilidad, sabe que existe alguien más que habita en tu planeta!
En las horas felices comparte con él tus sonrisas, en las horas de soledad, ve levántate y búscalo dónde quiera que esté. Él no es sino parte de Tí, así como tú eres parte de él. ¡ No mires el reloj ! ¿Qué importan las horas? La vida es tan corta, no hay tiempo que perder.
¡Oh, Tú que amas, que tienes el coraje y la sencillez de hacerlo así, abre tus labios y canta el milagro del Amor, porque sólo el Amor aproxima a las personas y hace que hablen el mismo lenguaje!