A Manuel Romero, In Memoriam
Risas y chistes sin parar, risas y saltos, dichos y frases, más risas y gritos,
esencia dicharachera del alma mexicana. Secretos tantos.
Magia, hechizos, juegos, fantasías, temores, descubrimientos tantos,
Recuerdo que asi íbamos cada día del verano camino a la zanja.
No se trata se una simple obra hidráulica, es un canal de sueños.
De paseo, de camino al río, atravesando los cañaverales, saltando entre las piedras
(cosa que aún se me da muy bien y de la que estoy muy orgulloso)
cruzábamos la zanja en medio de brincos, empujones y tantas ilusiones de niño.
Una vez encontramos un animal extraño, un ser de otro mundo, de lejanas eras remanente,
sustos, gritos, conjuros, curiosidades, inocencias, oh, Dios! cuánto goce tan divertido,
ahí nos ves intentando cazar al bicho y he ahí que uno y otro fallaba en su intento,
aquel animalejo era resbaladizo cual jabón de níspero. La fin es atrapado, el ser de otro mundo,
luego dice el tío: -qué ser de otro mundo ni qué ocho cuartos,es un ajolote y mejor háganlo en sancocho!-
ahí nos vemos corriendo de nuevo al río, salvando al ajolote, (sin saber contribuíamos a evitar su extinción)
huyendo del ánimo gourmet del tío.
Ahí nos ves a toda la tropa, Clara, Lili, Toño, Perla, Manuel, mi hermana y yo, caminando en el suave pasto de la zanja, bajo los encinos, los alcanfores centenarios, pasando por los lavaderos y los perros ladrando, imagen sublime
de un México ya casi olvidado, pero no para mí, yo lo viví, comida la más humilde y la más sabrosa, piñatas, posadas, días de muerto, cumpleaños, fiestas de pueblo, bailes, peleas, bote pateado, beisbol de terracería, a la vívora de la mar, amo a tó, chapuzones, conspiraciones, complicidades policías y ladrones, cientos de juegos y locuras más, las entrevistas, las exploraciones, los manantiales de la vida y cuando arribamos a Fantasía e hicimos aquel pacto.
Aún recuerdo aquella confesión que nos cambió la percepción del mundo y supimos que los supuestos "hombres", los machos son más faramalla, mas fingimiento, más pantalla que otra cosa, el "sexo débil" llega muy tarde, eso ya lo sabíamos hace 17 años.
Ahí nos ves a toda la tropa, recorriendo el camino de la zanja, ahí ves a Meme (Juanito), adelantándose con su risa ufana, ahi seguirá estando recorriendo el camino al río. Ahí también, cuando llegué mi día, pasaré a visitarlo a la zanja, de camino al Occidente, y volveremos a cazar ajolotes y hacer hechizos.
Te quiero mucho primo.