El existencialismo abandona la vida social, pues la considera insalvablemente perdida en la uniformidad y el automatismo, y al mismo tiempo la reconoce como necesaria para hacer posible la salvación de lo que logran encontrarse a sí mismos, recuperando con la libertad --que no es sino libertad para la muerte-- la autenticidad de su ser; interpretación netamente nihilista y aristocrática, que no solamente niega toda posibilidad de transformar la vida social --fatalmente inauténtica--, sino que consagra como afirmación suprema el naufragio de la existencia humana.
Extracto. Prefacio de Gino Germani a El miedo a la Libertad, obra indispensable en estos oscuros tiempos del maestro Erich Fromm.
El miedo a la Libertad, Editorial Paidós.
1 comentario:
Mmmm el ser para la muerte es de Heidegger y justamente la principal crítica que le hace Sartre a Heidegger es este cambio paradigmático el "ser para la muerte" por "el ser para la libertad"; además Sartre en "Crítica de la razón dialéctica" propone un modelo de existencialismo social, aunque se lo copia a Gurvitch, es un modelo que combina un existencialismo y marxismo.
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