Espacio de luz y de poesía
De amor y de armonía
Que se eleva cada día
Para hacernos mutua compañía
Es un salto hacia la nada
Un impulso hacia el sol:
Para aprender a volar
Hay q arriesgar el corazón
Mirada de fe y fuerza,
Cuerpo de pura pasión,
Piel que emana lujuria,
Otra noche de gozo y calor
Espacio de luz y poesía
Desciende una vez más
Cubre mi alma y protege
Mi amor y su travesía.
No temas, no hay presión,
Es valiosa, más que el oro
La lucha diaria, la fe vertida
En lo mas sincero de tu interior.
Razón y corazón se debaten,
Cual músicas de diferente color
En un territorio desconocido
Para tu sabiduría anterior
Puntos de referencia, mi niño,
Se mueven y cambian,
Asustan y alarman, mas mira,
No hay tal amenaza
No solo tus mapas y brújulas cambian
Las mías también se recalibran,
Integran nuevos datos y modifican
Los horizontes que antes ni siquiera veía
Sabes cuánto ha cambiado?
En ti, en mi, desde que nos hemos tocado?
cuanto milagro se ha realizado?
Cuan favorecidos por Dios y la Vida
Hemos sido tanto y tanto?
No olvidemos nunca
Agradecer todo lo que honestamente
El corazón ha entregado
Y aquí estamos lado a lado
cambiando el destino,
Con la magia creando
Un nuevo camino anhelado
Aprendiendo a bailar un nuevo ritmo
Con pasos tuyos y míos
Y oh cielos, qué difícil y qué divertido,
Vamos sigamos bailando, contigo me siento tan vivo
Perdona esta digresión
a que el amor me orilla
No te enojes, no te asustes,
Al contrario, mira cómo brillas!
Mis letras son mi arte, expresión de mi ser interior,
no son ningún alarde, ni exigen devolución,
son las gotas preciosas de la inspiración,
que me provoca pensar en tus besos y brazos a mi alrededor.
Espacio de luz y de poesía, regalo de Dios,
no importan los obstáculos, ni desafíos,
¿que sería sin ellos el amor?
¿Cómo se probaría su verdad y su color?
Espacio de luz y de poesía, déjame darte este don,
Agradezco que tomaras el riesgo, me dijiste, señor,
y yo elevo día a día una plegaria
para que nos guíe Dios.
Esta es mi forma de sacar lo que se mueve en mi pecho
que me alegra y me zarandea, a veces hasta el techo,
perdona, perdona, esta burda poesía,
no quiero hablar de más, sólo alegrarte el día...
De nuevo, perdona, sabes que contigo estoy...