viernes, 29 de octubre de 2010

El Viaje del Héroe III: Los numerosos encuentros



Una vez que el Héroe ha sabido sobre su destino y afrontado su primer momento decisivo (La Alteridad), vendrá el momento de Dejar el Hogar y andar sobre el camino del Destino.

Una vez más será confrontado en sus creencias y en su fe. Una vez más su palabra se usará contra él y bajo lógicas oscuras y abyectas, pues el camino le depara el encuentro con muchos personajes y todos tendrán un papel fundamental en la creación de la Leyenda del Héroe.

El encuentro con cada personaje le traerá al aprendiz de héroe un reto, un consuelo y un nuevo sentido. Aquel héroe que partió solo encontrará compañeros de viaje. Serán sus hermanos elegidos, sus amigos. Leales a toda prueba, no sin antes haber luchado con ellos. Estos con el cálido soporte del corazón, afirmarán y compartirán las penurias y desafíos del camino. Son Hermanos en Armas y en Fe. No estarán libres de conflicto, pero no faltará el anhelo de armonía, fraternidad y compañerismo que de origen los unió. La amistad forjada en el arduo trabajo del camino, en árido páramo de la soledad o en el fragor de la batalla ha de volverse imperecedera, pues forma un sólido vínculo de lealtad por comunidad de principios, sufrimientos y vivencias que crean sin lugar a dudas un amor firme e inconmensurable. Los compañeros de Viaje del Héroe, no cumplen sólo una función de leales escuderos, cual Sancho Panza con su Quijote, su noble labor va mucho más allá. Los compañeros del héroe tiene su propia leyenda que forjar. El vencimiento de sus propios miedos, la conquista de sus derrotas, la superación de sus egoísmos y particulares retos serán indispensables para que el Héroe cumpla su misión, habrá incluso de ser necesario algún grado de sacrificio para ello, quizá el supremo. No podría ser de otro modo, los compañeros del héroe, son Héroes en todo el sentido de la palabra por derecho propio.

También habrá embusteros y enemigos en el camino. Los embusteros se harán pasar por amigos y aliados. Ofrecerán ayudas, remedios y ventajas, podrían incluso aparecer en momentos de gran necesidad y librar al Héroe de los peligros, sin embargo, vendrá el momento del pago. El embustero no hace nada sin esperar recibir nada a cambio, en su mente todo tiene un precio y alguien que está dispuesto a pagar por ello. el embustero incapaz de confrontar su propia mezquindad, envidia la fortaleza espiritual del Héroe y anhela la gloria que cree que obtendrá, así al obstaculizar el camino del héroe atravesando su interés egoísta cree que participará de tal gloria, pero no hace sino cavar su propia tumba, y contrario a su deseo, podría fortalecer al Héroe y a sus compañeros al dotarlos de retos que superar a través del amor y la fe que él carece. Su única salvación es la redención. Decidirse a ser héroe.


Pero aparecerán, irremisibles, los enemigos. Estos, claro está, no intentarán hacerse pasar por amigos, no son taimados, y no lo necesitan. Los verdaderos enemigos, lo reconozcan o no, también son guiados por una misión: ser servidores de un poder superior, en busca de ocupar el lugar de ese poder superior, cuyo único obstáculo suele ser el Héroe. Los Enemigos no lo son en el sentido de que deseen oponerse al Héroe, lo que los reduciría a meras antítesis, lo son porque no se detendrán ante nada para lograr su objetivo y es por ello que llegan a ser  enemigos de un Héroe, pero no por el héroe en sí, sino porque éste obstaculiza alcanzar el cumplimiento del deseo del Enemigo: Poder y dominio sobre toda vida. Por ello los Enemigos le cuestionarán al Héroe en tres puntos estratégicos: su sentido de vida, su misión, su identidad. No son sus enemigos sólo porque los que lo puedan agredir nada más por tener los medios físicos para hacerlos, sino precisamente porque su principal arma está en infundirles miedo y debilitar la fe de su corazón a través de las  palabras o actos desacrediten, devalúen, confronten y denosten la misión del héroe. Le dirán que no tiene esperanza y que todo está perdido. Estos son, indudablemente, los verdaderos enemigos del héroe, independiente de si ejerzan además violencia física o psíquica.

Así, el Camino del Héroe se verá modificado por la presencia y la suma de numerosos encuentros, con el bien, con el mal, con el mundo interior y el exterior, con lo fácil y lo correcto. Es una de las partes más peligrosas del Viaje, pero al mismo tiempo, la más fecunda, pues posibilita al Héroe de algo invaluable para lograr su misión: aprender del mundo, de los amigos, de los enemigos, pero sobre todo de sí mismo.

domingo, 24 de octubre de 2010

Fulgor del alma


Un abrazo y un suspiro,
un beso y un destino,
dos estrellas en el cielo fino,
una lagrima en el aire frio.

Nada sucede porque sí,
todo es parte del plan secreto,
desde el principio del tiempo
en el canto primigenio.

Asi los vientos del Este y el Oeste
una vez se encontraron,
al abrigo de las alas de un ángel
y hacia el norte volaron.

Mirada, sonrisa, aroma,
en flujo del aire la esencia,
pasado, presente y futuro
son el momento y presencia.

Nuevos sonidos, canciones
y letras, de lejanos lugares
trastocando fronteras
gozos de tierras inmensas.

Y así al fin el cantó cesó
a su viejo hogar a regresado
el viento cambió de dirección
y dejó el corazón errado

Sabiduría y conocimiento
no se fue en vano,
la fuerza de mi aliento
de nuevo, la he conservado

No ha de detener este sueño
ni los valores ni los dones
habrán de ser olvidados
quedan aquí, su marca ha dejado

Marcas y dones, una vez más
mi corazón ha ganado
un poco más sabio,
un poco más golpeado

Así, en la vera del camino
sigo mi destino y sé, lo sé,
que tú también te llevas,
dentro, el toque de mi alma...


lunes, 18 de octubre de 2010

Humanismo crítico I

Mezcla paradójica pensamiento crítico, de realismo sin atenuaciones y fe racional.

No, no es ninguna buena intención, ni idealismos baratos, ni amistosismos trasnochados, sino más bien algo similar al bushido, la ascésis religiosa o el sendero óctuple del budismo. 

El bushido es le camino del samurai. Es el entrenamiento de cuerpo, pero sobre todo de espíritu que lo convierte en un hombre de honor y un guerrero formidable, dado que su verdadera fuerza radica en su mente, no sólo en su mano. Las verdaderas batallas del samurai ocurren en su interior, venciendo la duda y el miedo, pues ¿de qué serviría un cuerpo poderoso si la mente se desmorona ante la primer amenaza o frustración? El corazón del samurai es más fuerte que su espada y su mente más veloz que su brazo. Su alma está movida a la piedad, pero el coraje y rechazo a la injusticia es su precursor. A riesgo de sonar a cliché el samurai es un guerrero del espíritu.

La ascésis es la disciplina mediante la cual se accede a niveles superiores del espíritu. Es un camino de renuncias a lo cómodo, lo fácil y lo inmediato, por aquello que es trascendental y que occidente ya no cree que exista: la paz del alma. Es el camino del monje, del que busca a Dios, en su sentido más espiritual y no necesariamente referido a una divinidad o instancia superior. Es una busqueda particularmente difícil porque no suele haber indicaciones en el camino, al menos no las convencionales, pero las hay, sólo hay que aprender a observarlas.

El Camino Octuple es la senda mostrada por Buda para alcanzar la iluminación, es un camino de rectitud, bondad y pensamiento claro. Equilibrio de las Esferas Humanas. Temo no explicarlo con justicia así que conmino al interesado a ilustrarse en el tema.

Así, lo propuesto por Erich Fromm, el humanismo crítico, está más emparentado con estos sistemas filosóficos que con existencialismos corrientes o con imposturas wannabe.

Lo que aquí he de resaltar es que en estos tiempos decirse humanista es cuando menos un anacronismo, una moda que no entra dentro de lo retro y un concepto de significado difuso para hacer referencia a algo informe que va de lo hippie a lo romántico pasando por lo idealista (como si todos esos términos fueran sinónimos) y que lo único que hacen es esclarecer el hecho de la galopante ignorancia de lo que significa humanismo y su ínfima conceptualización al borde de lo trivial, lo banal y lo mezquino.

Si un término de noblísima estirpe como humanismo, ha caído en tal desprestigio, después de ser representado por figuras tales como Leonardo Da Vinci, Baruch Spinoza, Miguel de Unamuno y tantos insignes hombres y mujeres, queda claro que la decadencia está más avanzada de lo que uno se había imaginado.

El humanismo consiste en poner al ser humano en el centro de referencia de un sistema ético trascendente que busca alternativas de solución a las numerosas problemáticas humanas a partir de la consideración de lo que constituye su naturaleza esencial. Nada más, pero nada menos.

lunes, 11 de octubre de 2010

Qué hermosa la Tierra se eleva



Qué hermosos los cielos se muestran,
las estrellas nos brindan intenso fulgor,
nos dicen que no tengamos miedo,
que nos vivamos en el valor.

Oscuras las noches del desconcierto,
confusas las tardes del no saber,
afrentan mi calma y despierto,
busco de nuevo un lugar al cual volver.

Qué hermosa la Tierra se eleva,
se ve plena y llena de amor,
este el lugar al cual yo vuelvo,
este es el lugar de mi corazón...

miércoles, 6 de octubre de 2010

Contra el existencialismo y a favor de la vida


El existencialismo abandona la vida social, pues la considera insalvablemente perdida en la uniformidad y el automatismo, y al mismo tiempo la reconoce como necesaria para hacer posible la salvación de lo que logran encontrarse a sí mismos, recuperando con la libertad --que no es sino libertad para la muerte-- la autenticidad de su ser; interpretación netamente nihilista y aristocrática, que no solamente niega toda posibilidad de transformar la vida social --fatalmente inauténtica--, sino que consagra como afirmación suprema el naufragio de la existencia humana. 

Extracto. Prefacio de Gino Germani a El miedo a la Libertad, obra indispensable en estos oscuros tiempos del maestro Erich Fromm. 
El miedo a la Libertad, Editorial Paidós.

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