Colección de miradas, recuerdos, pasiones y pensamientos durante el viaje hacia el más Lejano Occidente
miércoles, 22 de diciembre de 2010
Retorno del Oriente
Qué luz y qué belleza,
qué dicha y grandeza,
el mar que tanto he extrañado
me recibe esperanzado.
Glorias de lejanas eras,
proezas de tiempos modernos
puentes que unen tierras
y nos brindan sus secretos.
Y ahi estabas tú,
en medio de la pristina luz de la tarde
y de esa sonrisa haciendo alarde
me recibes en medio tu tus brazos
Percibes el temblor,
en mi cuerpo y en mi voz
sientes la emoción en mi aliento:
sabes lo que siento.
Partimos de inmediato,
al encuentro del destino,
un viaje de mil kilómetros
inicia con un beso en el camino.
Los rincones de la isla
me muestras con entusiasmo,
encanto costero a cada paso
misterio al fin revelado
Veo las calles, las plazas, sus colores,
me cuentas sus historias, su pasado,
emociona tu emoción al contemplar
orgulloso el cambio de tu isla añeja.
Y tanta emoción y tanta alegría
se trunco en un momento,
en un momento la ecuación
hasta el momento perfecta se desbalanceó.
¿Qué fue lo que sucedió?
¿Por qué el cambio y silencio?
¿Dónde quedaron, de pronto,
todos esos meses de planeación y expectación?
No se la respuesta, pues no has dicho nada.
Y en la plática cotidiana percibo
un aire de distancia, de molestia o desganada
revista fría y lejana.
Mi corazón asi quedó inquieto.
Pues no sabe lo que ahora sucede.
Temo en hablar y te alejes más,
sin embargo, le debo respeto a mis sentimientos.
¿Por qué ahora distante?
¿Por qué pareciera haber molestia?
No creo haber hecho nada
que amerite tal rechazo y callada protesta
Ahí están todas la pruebas:
cientos de mensajes,
llamadas, fotos,
miles de golpes de tecla.
Un esperar que del otro lado
de la pantalla, un otro esperaría
para poder contarle las vicisitudes cotidianas
en medio de chistes, dulces y sensualidad.
Un invitar a la intimidad, un revelar de la vida misma,
un saber contar con un alguien que valora,
lo que en otros tiempos se despreció y dilapidó,
más real y más hermoso de lo que sucedió con otros.
De ahí que me preocupa pensar
que de golpe y porrazo se me quiera echar,
que de repente me alejes y excluyas de tu vida,
cuando voluntariamente (y de muy buen modo) me invitaste a entrar.
Nunca hubo coacciones ni imposiciones,
todo ocurrió en plena conciencia y libre voluntad,
pacientemente construido, ¿cómo ahora, unilateralmente, lo quieres ignorar?
De ahí viene mi extrañeza y ciertamente, mi tristeza.
Solo pido lo que siempre diste: honestidad,
una inmensa capacidad de dar y compartir
que ahora no se puede disfrazar de distancia e indiferencia
no te concibo capaz de tal crueldad.
Aquí estoy, aquí a tu lado, a pesar de la distancia,
un primer sueño fue realizado.
Sigo en lo dicho: abierto a lo que la vida nos ofrezca.
A no hacer más lo vivido, pero tampoco hacerlo menos.
Darle su justa dimensión, pues definitivamente no es algo común,
no se encuentra a la vuelta de la esquina algo como lo que vivimos (Dios! cuán claro me queda esto!)
Mas respeto tu voluntad y tu decisión, asi que espero tu respuesta:
¿realmente aquí y así todo terminará?
jueves, 2 de diciembre de 2010
De camino al Oriente
Parto ya, el barco me espera,
la tibias aguas su curso llevan
de regreso a dónde nace el sol,
mi alma navega.
Aprisa, el barco me espera,
nada hay que temer,
el corazón apremia,
no hay duda, se desea
Fluid! Soltar las velas!
El aire venturoso me lleva
hacia un nuevo mundo,
donde nace mi esencia.
Volad, las gaviotas cantan,
alas de libertad me elevan,
con alegría y dicha
dejo esta tierra.
Reir, gozar del viento,
miro al Oriente gozoso,
no te dejo Occidente,
solo será un reposo.
Fluid! Soltad las velas!
Guiame Espíritu!
A ser Dueño de mi Libertad
mi corazón se apresta!
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